Redacción Gestión

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A la hora de lo más importante es crear un ambiente saludable de modo que mayores sean las chances de incorporar hábitos sanos.

Es lo contrario a lo que ocurre con los ambientes obesogénicos. Todas las acciones que se llevan a cabo diariamente pueden influir en llevar o no una : desde lo que se compra hasta cómo se duerme o cuánto ejercicio se practica.

La despensa y la heladera hablan sobre la alimentaciónPara mejorar la alimentación hay que adquirir costumbres como asistir a la feria del barrio para comprar frutas y verduras frescas y de temporada, generalmente más económicas de lo que se encuentran en el supermercado. También allí se consiguen otros alimentos frescos como pescado, huevos y quesos. Siempre es bueno echar un vistazo a la heladera y ver qué alimentos faltan o se pueden sustituir por opciones más saludables.

El descanso es el gran olvidadoEl descanso nocturno es fundamental para que el organismo se recupere del estrés que sufre en el día a día y para que el funcionamiento del organismo sea óptimo. Se debe procurar siempre tener un buen descanso, tanto en cantidad de horas como en calidad.

Imitar comportamientos saludablesSi la mayor parte de los amigos o familiares hacen deporte, comen sano y se preocupan por llevar un estilo de vida saludable, hay altas chances de que uno también siga ese estilo de vida. Los humanos tienden a imitar los comportamientos de sus semejantes y en eso, los hábitos saludables no son excepción.

Los profesionales de la salud son de gran ayudaNo es necesario acudir a un médico, fisioterapeuta o nutricionista solamente cuando se está enfermo. Un fisioterapeuta, por ejemplo, puede ser una ayuda para conocer el propio sistema musculoesquelético y cómo mejorarlo, evitando lesiones. A su vez el nutricionista puede brindar una orientación para ordenar y mejorar los hábitos alimentarios.

Ni un día sin hacer ejercicioAunque sea subir escaleras o hacer algún tipo de movimiento fácil en casa. Toda actividad que implique un ejercicio más intenso de lo normal va a sumar a una buena salud. Siempre es recomendable practicar deporte regularmente, pero se debe complementar con actividades que mantengan el cuerpo activo el resto del día.

La clave está en poder identificar cuáles son las cosas que no se están haciendo bien, cómo se puede mejorar la alimentación, el sueño y la práctica de ejercicio y, de ese modo, buscar estrategias para comenzar a llevar una vida más sana.

Diario El Observador de Uruguay Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)