El desfile de Dolce & Gabbana. (Foto: EFE).
El desfile de Dolce & Gabbana. (Foto: EFE).

La femenina de concluyó tras seis días de presentaciones en pasarela que mostraron lo mejor del otoño/invierno 2022/2023, al estilo italiano.

Aunque los ánimos en este evento de moda de alto nivel se vieron empañados por la invasión de Ucrania, los asistentes pudieron ver en primera fila las tendencias que se observarán en los próximos meses, esperemos que en tiempos más pacíficos.

He aquí algunas de ellas:

Hombreras poderosas

Expansivas, exageradas y anchas, las hombreras de los años 80 volvieron a la pasarela. Dolce & Gabbana se lució en esta ocasión, ofreciendo los complementos de vestuario perfectos para quien necesite apartar a alguien del camino.

Las hombreras reforzaron los trajes negros de doble botonadura, las chaquetas naranja, fucsia y amarillo canario, y se exhibieron bajo vestidos transparentes combinados con liguero e impartiendo una sensación “sexy”.

Versace apostó por el máximo contraste con abrigos largos de gran tamaño y hombros anchos en azul pálido y rosa muñeca Barbie, combinados con los característicos tops de la marca en colores contrastados.

En Prada, los amplios vestidos negros con hombros generosos se acentuaron con cadenas que atravesaban el escote en ángulo.

Translucidez

Endeble o prácticamente desnudo, los looks transparentes estuvieron presentes en toda la pasarela, desde Fendi hasta Bottega Veneta.

Las faldas y pantalones de gasa de seda de Fendi dejaban poco a la imaginación en tonos suaves de albaricoque, menta y rosa.

Las transparencias tenían textura en N°21, mientras que Lorenzo Serafini, en Philosophy, mostró un cuello de tortuga super transparente, que dejaba al descubierto generosas hombreras.

En Missoni, el famoso zigzag de la marca se vio en un tejido de lurex sutilmente transparente cosido en brillantes vestidos y túnicas largas y ajustadas, mientras que en Prada, las piernas se asomaron a través de la seda diáfana en las faldas pitillo por debajo de la rodilla, con paneles de cuero o lana gris.

Bottega Veneta presentó vestidos brillantes y translúcidos, adornados con lentejuelas transparentes.

Abrigos hinchados y esponjosos

El ansia de comodidad en tiempos difíciles hace que la tendencia actual de los abrigos de peluche no desaparezca.

Hinchados, esponjosos y de gran tamaño, los abrigos que se vieron en Milán eran modestos o bien lujosos, como los de Max Mara y Alberta Ferretti.

Versace combinó lo abullonado y lo brillante, una de las combinaciones favoritas de los italianos, en un abrigo de plumón rojo deliciosamente amplio, mientras que Philipp Plein ofreció un ambiente similar en una bomber.

Una abundancia de tejido salvaje en un tono de denim desteñido se convirtió en un abrigo masculino de gran tamaño en Diesel, con versiones igualmente llamativas en rosa polvo y aguacate para las mujeres.

Pero los diseñadores de Dolce & Gabbana, Domenico Dolce y Stefano Gabbana, llevaron la categoría a su cúspide, con creaciones en su colorida pasarela metaversa.

Y para disipar la noción de que lo peludo engorda, Bottega Veneta mostró un vestido de vaina de corte impecable y adelgazante en un tejido de oso de peluche.

Max Mara también incorporó el aspecto reconfortante en pantalones cortos y túnicas.

Tops diminutos

Los tops diminutos se vieron una y otra vez -dejando al descubierto todo menos una parte estratégica del torso- y combinados con todo tipo de prendas, desde pantalones brillantes en Missoni hasta vaqueros deshilachados en Diesel.

Ya vistos durante los desfiles de otoño en versión de sujetador triangular, las propuestas de esta temporada optaron por un look bandeau.

En Roberto Cavalli, los tops bandeau eran de mohair en color mostaza y verde esmeralda, y se combinaban con faldas o pantalones voluminosos.

Los llamados “vestidos jaula” del diseñador Fausto Puglisi eran negros ajustados con estrechas bandas de tela en el pecho, a las que se les daba un toque underground y sadomasoquista con la adición de anillos metálicos.

Body

El body hizo su aparición en Milán, sobre todo en Roberto Cavalli, adornado con un estampado de guepardo y con accesorios como guantes largos de guepardo y tiras de cuero.

Etro presentó un traje de ganchillo, mientras que Blumarine mostró una versión roja de manga larga con un escote pronunciado.