En el mercado de los automóviles de lujo, los fabricantes alemanes corren en cabeza pero pronto su prestigio podría resultar insuficiente ante los competidores cada vez más numerosos que apuestan por los coches eléctricos para imponerse.
Volkswagen (con Audi y Porsche), Daimler (con Mercedes) y BMW representan cerca del 80% del mercado de lujo mundial. Nadie imagina que puedan perder de repente esta posición, construida pacientemente durante décadas.
Pero el auge de los vehículos eléctricos, acelerado por el declive del diésel, y la creciente demanda de coches inteligentes crean condiciones nuevas que amenazan al trío considerado invencible en un momento en que la imagen Made in Germany se ve dañada por el escándalo de los motores trucados de Volkswagen.
"Los fabricantes alemanes tienen una posición indiscutible en los automóviles térmicos, pero Tesla logró convertirse en número uno de los coches eléctricos", dice a la AFP Willi Diez, experto del Instituto para la Economía del Automóvil (Ifa), con sede en Alemania.
"El reto es compensar este retraso para tener una imagen de excelencia no solo en el mundo antiguo sino en el nuevo", agrega.
"Vamos con mucha confianza a Ginebra", donde el jueves se abre al público la 88ª edición del Salón Internacional del Automóvil, afirma sin embargo Bernhard Mattes, presidente de la asociación de la industria automotriz alemana (VDA).
Los fabricantes alemanes, que desde hace años registran beneficios récords, invertirán 40,000 millones de euros en tres años en la electrificación y de 16,000 millones a 18,000 millones de euros en los vehículos conectados y autónomos.
Prestigio y tradición
Los tres gigantes alemanes se benefician principalmente de una "posición fuerte en el mercado chino", primer mercado mundial, que sigue creciendo, señala Diez, considerando que el prestigio y la tradición son su principal fuerza.
Ni Toyota (con Lexus), ni Nissan (con Infiniti) constituyen verdaderos rivales. "Desde hace tiempo lo intentan, pero les faltan raíces y tecnología, contrariamente a Jaguar, Land Rover y Volvo", explica Ferdinand Dudenhöffer, director del Center Automotive Research.
En el caso de Land Rover y Jaguar "vuelven la historia, el mito, la imagen", agrega Diez, que les reconoce un "gran potencial", al igual que Volvo, cuyo todo terreno XC40 fue designado el lunes coche europeo del año.
Tesla a la carrera
Tesla demostró en una decena de años que se puede crear una marca a partir de cero y hacer competencia a las firmas históricas con precios que rondan los 100,000 euros.
En el mercado estadounidense, la joven empresa vendió tantos vehículos como Porsche el año pasado. Y en el mundo, un total de 100,000 coches en el 2017.
Su nuevo automóvil compacto, el modelo 3, comercializado por menos de 40,000 euros, registró cientos de miles de pedidos. Pero a Tesla le cuesta aumentar su ritmo de producción, lo que hace dudar sobre su capacidad para entregarlos.
Si la empesa de Elon Musk logra la fabricación en serie de este modelo, será "un competidor muy serio", reconoce Dudenhöffer.
Pero en Ginebra no son los alemanes sino el fabricante británico Jaguar quien presenta un "ejército anti Tesla", con el I-PACE, su primer coche eléctrico.
"Los alemanes estarán en la carrera de la movilidad eléctrica en el 2019, 2020", dice Dudenhöffer.
Mientras tanto, la competencia corre ya.