Las principales plataformas digitales del mundo (Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet (Google), Facebook, Tencent y Alibaba) han reforzado su dominio desde que empezó la pandemia, un periodo durante el que su tamaño, beneficios y valor de mercado se han disparado gracias al control de datos cada vez mayor que tienen.
El informe sobre economía digital que publica hoy la Agencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) constata que en el acceso privilegiado a los datos se asienta el alcance global que han logrado esas compañías, así como su inmenso poder financiero, tecnológico y de mercado.
“Los datos se han convertido en un recursos económico y estratégico clave, una suerte de nueva materia prima”, dijo la directora general adjunta de la Unctad, Isabelle Durant.
Regulación y gobernanza digital
Frente a la nueva realidad, la Unctad pide que se regule a escala internacional el flujo transfronterizo de datos, que hace posible que las empresas que pueden extraer y recolectar los datos se encuentren en una posición de ventaja para apropiarse del valor que tienen.
La regulación que se plantea requeriría un sistema de gobernanza digital y de datos, completamente inexistente en la actualidad. Se teme, con razón, que los datos generen un nuevo tipo de dependencia de los países en desarrollo, con respecto a las entidades que los controlan y que están asentadas en Estados Unidos y China, y en menor medida en Europa.
La pandemia del COVID-19 ha incitado la evolución digital del último año y medio al provocar un fuerte aumento en el volumen de tráfico de internet debido a que muchas actividades pasaron a realizarse de forma virtual, lo que también explica que el flujo de datos corresponda cada vez más a dispositivos móviles y aparatos conectados a internet.
EE.UU. y China a la cabeza
El aumento del tráfico de datos parece imparable y las proyecciones apuntan que solo en el 2022 alcanzará un volumen equivalente a todo el registrado desde que se empezó a utilizar internet hasta el 2016, sostuvo la autora principal del informe y directora de Tecnologías en la Unctad, Shamika Sirimanne.
Estados Unidos y China son los que más aprovechan los datos y tienen juntos el 50% de los centros de datos en hiperescala, las mayores tasas de utilización de la tecnología 5G, el 70% de los investigadores de inteligencia artificial y el 94% de la financiación de startup en este mismo ámbito.
Mientras tanto, las plataformas digitales continúan su expansión, como lo evidencia que entre el 2016 y 2020 hayan sido las principales compradoras de startup especializadas en la inteligencia artificial, mientras que Amazon ha invertido US$ 10,000 millones en banda ancha satelital.
Alibaba, Amazon, Google y Microsof representaban el 67% de la infraestructura global de la nube a finales del año pasado.
En términos financieros, entre octubre del 2019 y enero del 2021, el valor bursátil de las siete mayores plataformas digitales del mundo aumentó entre 55% y 144%.
Inversiones y ganancias
Según la información analizada por el organismo técnico de la ONU, las plataformas digitales están invirtiendo fuertemente en la recolección de datos a través de interfaces en plataformas de servicios, en la transmisión de datos a través de cables submarinos y de satélites, así como en el almacenamiento (centros de datos), análisis, procesamiento y utilización de los datos mediante inteligencia artificial y otras tecnologías.
Al ritmo que ha tomado esta evolución, se estima que la parte de la publicidad digital que tendrán las cinco principales plataformas digitales (Alibaba, Amazon, Facebook, Google y Tencent) excederá el 73% en el 2022, con respecto al 50% que representaban en el 2015.
Esto significa que de los aproximadamente US$ 430,000 millones en publicidad canalizados por internet en el 2020, las siete plataformas tuvieron ingresos de US$ 300,000 millones por este concepto.
Los pobres en desventaja
En esta avalancha de negocios y apropiación de los avances digitales, los países en desarrollo están en un claro riesgo de quedarse como simples proveedores de datos sin procesar (brutos) a las plataformas dominantes, a las que luego tienen que “precios exorbitantes” por la inteligencia digital obtenida a partir de tales informaciones, advirtió Sirimanne.
Entre los muchos datos disponible sobre la desigualdad digital resalta que solo el 20% de la gente en los países menos avanzados utiliza internet y cuando lo hacen es a velocidades de descarga bajas y pagando precios muy altos si los comparamos con los que se pagan en los países desarrollados.
Además, la banda ancha tiene una velocidad tres veces menor en los países pobres que en los tecnológicamente más desarrollados.