
En la era digital actual, cada interacción online contribuye a formar lo que se conoce como huella digital. Cada aplicativo o red social que empleamos a diario exige información relevante como el dato de usuario, historial de navegación, ubicación, etc. Esta marca que dejamos incluye tanto información compartida conscientemente como datos recopilados pasivamente por sistemas automatizados.
Huella Digital Activa: Datos que compartes intencionalmente, como perfiles en redes sociales, comentarios, fotos subidas y formularios completados.
Huella Digital Pasiva: Información recopilada automáticamente sin tu conocimiento explícito, incluyendo direcciones IP, cookies, historial de navegación y metadatos de archivos.
Una huella digital mal gestionada puede exponerte a múltiples amenazas como robo de identidad, fraude financiero, ataques de phishing dirigidos utilizando tu información personal.
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Camilo Gutiérrez, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica, indica que cuanto más sitios y aplicaciones se abran “más posibilidades tendrás de que tus datos terminen siendo expuestos”.
“Si se publica contenido en las redes sociales, se invita a todo el mundo a observar tu vida diaria lo que no solo podría poner en riesgo tu propia seguridad y privacidad sino que en caso de utilizar un dispositivo de trabajo o compartir información corporativa, también puede representar una amenaza para tu empleador, lo que aumenta aún más el alcance de los riesgos”, menciona.
En esa línea, recomienda para reducir la huella digital:
Descargar menos apps. Las aplicaciones móviles a menudo requieren que los usuarios ingresen una cantidad significativa de información personal y/o financiera para funcionar. También pueden rastrear la ubicación, la actividad de navegación y otra información que luego se comparte con terceros.
Revisar la relevancia de una app. Sea consciente sobre la importancia de una app que descargará. Se recomienda “limpiar” regularmente estos dispositivos.
Configurar menos cuentas en línea. Evita registrar tu información para pagos y credenciales en tiendas online, es mejor no sincronizar esa data.

No compartir datos confidenciales. A menos que sea estrictamente necesario, no compartas cosas como números de teléfono, direcciones de correo electrónico y domicilio, detalles financieros u otra información personal identificable, que tienen una gran demanda en la clandestinidad del delito cibernético.
Corrobora lo que compartirás en tus redes. Una vez posteado un asunto, es imposible eliminarlo del entorno digital. Por ello, recomienda Gutiérrez evaluar cómo ese contenido puede ser recibido por otros, incluyendo a posibles empleadores, y si contiene información confidencial sobre el trabajo y vida personal.
Derecho al olvido. Buscar en internet tu nombre y revisar qué información se encuentra. Luego, se contacta a los propietarios del sitio web para solicitar la eliminación en caso haya algo no deseado.
Ubicación en secreto. El rastreo silencioso no solo pone en riesgo la privacidad digital, sino que también puede poner en peligro la seguridad física. Asegurarse de evitar que las aplicaciones que no lo necesitan rastreen la ubicación.
No completar encuestas online de cualquier sitio. Sea cauteloso con la información que coloca en línea, y solo siempre que sea una página segura y de renombre. De lo contrario, puede ser presa de criminales que quieren su información personal para su uso en campañas de phishing y/o para vender en la dark web.
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“Despiadado” con los newsletters. Muchos de estos correos no hacen más que obstruir la bandeja de entrada, se recomienda tener un orden y recibir solo lo fundamental. Si se cree necesario, una buena idea es utilizar una dirección de correo electrónico dedicada para estos fines o una cuenta desechable, especialmente si se está registrando para algo que solo se planea usar una vez.
Desactivar cookies de terceros. Estos pequeños archivos son utilizados por los propietarios de los sitios para perfilar quién está visitando su sitio y para guardar sus preferencias para futuras visitas. Evite vincularse para que no se vulnere su información.
La investigación académica enfatiza que estudiantes y profesionales deben ser especialmente cautelosos, ya que su huella digital puede impactar oportunidades educativas y laborales. Esto incluye mantener perfiles profesionales limpios y separar la identidad personal de la profesional online.