Cuando Facebook presentó la semana pasada un bosquejo del “metaverso”, el supuesto futuro de internet, mostró a personas transportadas a un mundo psicodélico de peces voladores y robots amigables.
Pero aunque el jefe de Facebook, Mark Zuckerberg, admite que estas experiencias están a años de ser realidad, algunos entusiastas argumentan que una versión más modesta del metaverso ya está aquí.
“De alguna manera estamos en las etapas iniciales del metaverso”, declaró Peggy Johnson, presidenta de Magic Leap, el martes en Lisboa durante la conferencia anual de tecnología Web Summit.
Magic Leap fabrica cascos de realidad aumentada (RA) que ya han sido usados por cirujanos que se preparan para separar gemelos siameses, y por supervisores de fábrica que realizan inspecciones.
En ambos casos apareció información ante los ojos del usuario sobre lo que estaba viendo.
Quizás no se sienta tan inmersivo como las experiencias de realidad virtual (RV) que Zuckerberg quiere eventualmente llevar a las casas de la gente.
Sin embargo, diluye la barrera entre el mundo físico y el digital, una idea clave detrás del metaverso.
“Con la RV te pones un dispositivo y de pronto estás en otro mundo”, explicó Johnson. “Con RA te pones el dispositivo y sigues en tu mundo, pero lo aumentamos con contenido digital”.
Hasta ahora, la experiencia de muchas personas con RA se limita a jugar Pokémon Go o experimentar con filtros de imágenes que trasplantan unas orejas en el rostro de otra persona.
Pero el potencial de la RA se comienza a realizar en el campo de la salud, según Johnson.
“Pueden llamar a expertos que pueden ver lo mismo que usted está viendo, pero desde otra parte del mundo”, señaló. “En cirugía, se pueden poner líneas digitales donde tal vez se va a hacer la incisión”.
Fundada en el 2010, la misión inicial de Magic Leap era masificar la RA, lo que generó tanto entusiasmo que captó US$ 2,300 millones en inversiones.
Pero cuando el primer casco de Magic Leap fue presentado en el 2018, la decepción fue general. El producto era demasiado abultado y caro para el gran público.
La empresa debió despedir a cerca de la mitad de su personal el año pasado.
Futuro cercano
Johnson, una exejecutiva de Microsoft, asumió como presidenta en agosto del 2020 y avanzó en el desarrollo de antiparras de uso profesional.
La empresa con sede en Florida anunció en octubre que recaudó otros US$ 500 millones en financiamiento para un casco nuevo, el Magic Leap 2, que será lanzado en el 2022.
La versión actualizada es más ligera pero aún está prevista para ser usada por personas que usan antiparras en el trabajo, como cirujanos en una operación delicada o especialistas de la industria bélica.
Google Glass, las “gafas inteligentes” que no tuvieron éxito al ser lanzadas en el 2014, también han resurgido como un producto dirigido a usuarios profesionales.
Johnson vaticinó que tardará algunos años antes de que Magic Leap o alguno de sus competidores puedan crear cascos de RA que puedan ser usados por el público general.
Ese será el momento en que, según Johnson, la RA transformará nuestra vida cotidiana.
Podría, por ejemplo, permitirnos ver comentarios de restaurantes ante nuestros ojos mientras vamos por la calle pensando dónde ir, dijo.
Si olvidó el nombre de una persona, no hay problema porque podría aparecer sobre su cabeza cuando la persona se acerca.
“Ahora mismo todos estamos mirando hacia abajo, hacia nuestros teléfonos móviles”, dijo Johnson. La realidad aumentada, espera, podría ayudarnos a absorber el mundo que nos rodea, un mundo con información adicional en capas superiores.
Si esa revolución llega, el mercado podría verse aglomerado.
Facebook trabaja en su propio casco de RA y hay rumores de que Apple también.
¿Cómo será el metaverso en 15 años?
“Creo que volverá a su casa a recoger sus gafas porque las dejó en casa”, predijo Johnson. “De la misma manera que lo hace hoy con su teléfono móvil.”