Los vehículos autónomos pueden pasar a través de hielo, nieve, tormentas eléctricas y las sinuosas calles de Pittsburgh, Estados Unidos. Pero hay algo que aún no pueden superar: los canguros en las autopistas.
Volvo admitió esta semana que el "sistema de detección de animales grandes" de su tecnología de auto-conducción quedó desconcertado por los canguros.
"Cualquier empresa que esté trabajando en el concepto de vehículo autónomo tendría que hacer el mismo trabajo de desarrollo", dijo el director gerente de Volvo Australia, Kevin McCann.
"Llevamos a nuestros ingenieros a Australia para comenzar la tarea de reunir datos de cómo se mueven y comportan estos animales para que las computadoras puedan entenderlos más", agregó en declaraciones recogidas por el portal Mashable.
"Cuando está en el aire, en realidad parece que está más lejos, luego aterriza y se ve más cerca", explicó McCann.
Volvo espera resolver el tema de los canguros para cuando sus vehículos autónomos lleguen al mercado en el 2020. Eso es crucial para el mercado australiano, donde los canguros (no los ciervos como en EE.UU.) causan la mayoría de accidentes con animales.
¿Podrán los autos de Uber lidiar con los canguros? El tiempo lo dirá.