En busca de confidencialidad y seguridad, cada vez más internautas recurren al VPN en sus ordenadores o teléfonos inteligentes para acceder a páginas bloqueadas o proteger su conexión, especialmente cuando están teletrabajando.
Pero, ¿cómo funcionan estas herramientas y quiénes son los actores principales del sector? A continuación, un repaso a un mercado en plena expansión, con motivo del Congreso Mundial del Móvil (MWC), que reúne a numerosas empresas especializadas en Barcelona.
¿Qué es un VPN?
Un VPN, o “virtual private network” (red privada virtual), es una herramienta que permite acceder a internet a través de un “túnel cifrado”, que hace la conexión anónima y oculta la localización del internauta cambiando su dirección IP.
Las VPN pueden usarse para saltarse el bloqueo de algunas páginas, especialmente en los países donde existe censura, o para sortear las restricciones geográficas que imponen, por ejemplo, las plataformas de streaming.
De forma general, sirven para reforzar la protección de los ordenadores frente a las ciberamenazas y, para los empleados que trabajan a distancia, ayudan a acceder de forma segura a la red interna de su empresa.
¿Qué significa este mercado?
Según la página especializada DataReportal, el 28% de los internautas entre 16 y 24 años usaron un VPN el año pasado. Los usuarios son especialmente numerosos en India (42%), en Indonesia (40%) y en Nigeria (38%).
El mercado de VPN progresó notablemente estos últimos años, pasando de US$ 25,000 millones en el 2019 a 45,000 millones en el 2022, según el gabinete Global Market Insight. Este auge debería incluso acelerarse, ya que para el 2032 se espera llegar a los US$ 350,000 millones.
“El sector seguro que va a seguir creciendo”, confirma Franz Kasperec, responsable de la seguridad de las infraestructuras en el grupo de servicios informáticos Atos, que anticipa un “boom” de la demanda, especialmente con el auge del 5G.
¿Por qué tanto éxito?
Esta explosión de las VPN se explica, en primer lugar, por el uso creciente de servicios alojados en la nube, que exponen a las empresas a múltiples amenazas, además de por el aumento del teletrabajo desde la pandemia de COVID-19.
La creciente tendencia a la movilidad en el mundo laboral “aumentó el interés” por las VPN en las empresas, que buscan protegerse contra los “fraudes” y las “comunicaciones interceptadas”, detalla Franz Kasperec.
Según Simon Migliano, director de investigación de la página especializada top10vpn, el interés por estas herramientas se explica también por el aumento de cierres de páginas realizadas en los últimos meses en lugares controlados por regímenes autoritarios.
En Irán, la demanda de VPN se disparó un 3,000% cuando el movimiento de contestación contra el régimen explotó a finales de septiembre, según este experto. Tras la invasión de Ucrania hace un año, Rusia registró un pico de descargas del 2,600%.
¿Quiénes dominan el sector?
En el mercado existen dos grandes tipos de VPN: los gratuitos, cuyo modelo económico reposa principalmente en la publicidad, y los de pago, destinados a empresas y administraciones.
“El mercado de las VPN gratuitos está muy fragmentado. Esto es especialmente cierto en los [teléfonos] móviles debido a la débil barrera para entrar”, tanto en términos de coste como de distribución, explica a AFP Simon Migliano.
Para las VPN de pago, asistimos a la inversa a una “creciente consolidación, siguiendo varias adquisiciones de alto perfil de marcas establecidas por compañías más grandes”, añade el investigador.
Dos grandes actores dominan actualmente este mercado: Kape Technologies, dueño de Zenmate, CyberGhost y ExpressVPN; y Nord Security, que tiene NordVPN, Surfshark y Atlas VPN.
Junto a ellos figuran numerosos actores especializados, como Sectra o Atos, que trabajan principalmente para ministerios y el sector de la Defensa, lo que implica una seguridad a la medida, según David Leporini, director de seguridad IoT en Atos.
¿Son infalibles los VPN?
Aunque eficaces para proteger la vida privada, las VPN no permiten ser “completamente anónimos”, ya que no protegen de los “rastreadores, de las cookies y de las huellas digitales del navegador”, previene Simon Migliano.
Todas las VPN, además, no son iguales. Estos últimos años surgieron muchas herramientas con menor rendimiento y que presentaban graves lagunas en el mercado de los VPN gratuitos, buscando “monetizar” los datos de los usuarios, insiste este experto.
Para evitarlo, se puede recurrir a VPN de pago. Aunque incluso así, lo ideal es integrarlo en una “mayor caja de herramientas de seguridad”, que podría incluir también un programa antivirus o un gestor de contraseñas, estima Simon Migliano.
(Con información de AFP)