Estudios de laboratorio demostraron que el fármaco oral experimental contra el COVID-19 de Merck & Co, molnupiravir, es probablemente eficaz contra las variantes conocidas del coronavirus, incluida la dominante y altamente transmisible Delta, informó la empresa.
Dado que el molnupiravir no se dirige a la proteína de la espiga del virus -el objetivo de todas las vacunas actuales contra el COVID-19-, que define las diferencias entre las variantes, el fármaco debería ser igualmente eficaz a medida que el virus siga evolucionando, dijo Jay Grobler, jefe de enfermedades infecciosas y vacunas de Merck.
En cambio, el molnupiravir se dirige a la polimerasa viral, una enzima necesaria para que el virus haga copias de sí mismo. Está diseñado para actuar introduciendo errores en el código genético del virus.
Los datos muestran que el fármaco es más eficaz cuando se administra en las primeras fases de la infección, según Merck.
El fabricante de medicamentos estadounidense probó su antiviral con muestras de hisopados nasales tomadas de los participantes en los primeros ensayos del fármaco.
Delta no estaba en amplia circulación en el momento de esos ensayos, pero el molnupiravir se probó contra muestras de laboratorio de la variante que está detrás del último aumento de hospitalizaciones y muertes por COVID-19.
Merck está realizando dos ensayos de fase III del antiviral que está desarrollando con Ridgeback Biotherapeutics: uno para el tratamiento del COVID-19 y otro como preventivo.
Merck prevé que el primer estudio finalice a principios de noviembre, según Grobler. “Los datos podrían llegar antes o después”, añadió. La investigación se presentó durante la IDWeek, la reunión anual de organizaciones sobre enfermedades infecciosas, incluida la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América.