(Foto: Getty)
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El futuro de la medicina ya se beneficia en la actualidad del poder masivo de los datos y su interpretación para ofrecer un elevado grado de personalización a los usuarios, los gigantescos avances en el terreno de la IA para predecir enfermedades con antelación, monitorizar a los pacientes o descubrir nuevos fármacos, o de la capacidad casi infinita de la impresión 3D para abaratar costes y encontrar nuevas soluciones médicas desde biotintas para imprimir córneas humanas a medicamentos, implantes de tráquea, órganos, reconstrucción de nervios dañados o fabricación de tejidos.