Mejorar la eficacia de los tratamientos contra el cáncer y lograr así que los pacientes vivan más y mejor. Este es uno de los principales cometidos de la medicina de precisión, a través de la cual se logran detectar las mutaciones en el ADN de cada tumor, lo que permite garantizar la aplicación de tratamientos específicos para cada enfermo, con una mejor respuesta.
En los últimos años, la innovación en investigación oncológica ha tenido grandes avances en Latinoamérica. Las terapias de precisión -que se pueden aplicar a una amplia gama de enfermedades- ayudan a conocer las células tumorales y entender cómo se compone el código genético del cáncer, su tamaño, cómo crece y se comporta y sus mutaciones.
Especial relevancia cobran los progresos respecto al cáncer de pulmón: Janssen, farmacéutica de Johnson & Johnson (J&J), ha logrado en Estados Unidos la aprobación bajo supervisión del primer anticuerpo biespecífico para tratar esa dolencia -desarrollado con medicina de precisión-, que la compañía busca implantar también en América Latina.
“Antes, cuando hablábamos de cáncer lo mirábamos en el microscopio y decíamos: ‘este tumor tiene algunas características microscópicas, las células son de tal tamaño, tal color’ pero después empezamos a aprender en la oncología que el comportamiento de ese tumor no necesariamente se relacionaba con estas características microscópicas, sino con algunas características genéticas”, relata Rosemarie Gidekel, directora de Medical Affairs para Janssen Oncología en Latinoamérica.
Como ejemplo, Gidekel especifica cómo, en un escenario con dos pacientes iguales, varones, de la misma edad, que los dos viven en la misma ciudad y con tumores con características microscópicas exactamente iguales, un tumor evolucionará de una manera y el otro de otra.
“Para esto es la medicina de precisión, para identificar cuáles son las características moleculares de cada uno de estos dos tumores para después poder ofrecerles un tratamiento distinto”, agrega.
Paradigma del cáncer de pulmón
Este tipo de estudios permite desarrollar tratamientos biotecnológicos destinados a controlar la propagación del cáncer, más efectivos y menos tóxicos, lo que lleva a mejorar la calidad de vida con indicaciones personalizadas, atendiendo a las diferencias que distinguen a cada paciente en cuanto a genética, entorno y estilo de vida.
“Estamos trabajando con medicina de precisión para cáncer de mama, de colón, de pulmón... En particular para cáncer de pulmón hoy tenemos varias moléculas que se dirigen a mutaciones específicas del ADN”, señala Gidekel, oncóloga desde hace 20 años.
Dos décadas en que, según reconoce, ha cambiado radicalmente el tratamiento de pacientes con cáncer de pulmón, el segundo más común a nivel global: “Antes tenían una sobrevida relativamente corta y los tratamientos que recibían eran tóxicos, y hoy estos pacientes viven muchísimo más tiempo con menos toxicidad”, aclara.
Este tipo de cáncer es, según remarca, “uno de los paradigmas de cómo la medicina de precisión cambia por completo la evolución del tratamiento, acercándonos cada vez más a la salud y alejándonos de la enfermedad”.
“En Latinoamérica tenemos más o menos 90,000 muertes por año de cáncer de pulmón. Es un montón. Entonces esto es a lo que nos estamos dirigiendo, a poder identificar a estos pacientes tempranamente, poder diagnosticar estas mutaciones genéticas tempranamente y poder tratar a estos pacientes tempranamente”, añade Gidekel.
Aprobación clave
En América Latina, alrededor del 80%-85% de los más de 97,000 casos de cáncer de pulmón detectados en el 2020 corresponden al tipo conocido como de células no pequeñas (NSCLC), de los más comunes y mortales, que se distribuye de manera más lenta y menos agresiva que el de células pequeñas.
Se estima que el NSCLC -que tiene una tasa de supervivencia a cinco años de menos del 5%- puede deberse a una variedad de mutaciones y en general no produce síntomas durante sus primeros estadios, sino que aparecen cuando la enfermedad está avanzada.
A fines del 2020, Janssen presentó en Estados Unidos una solicitud para aprobar un primer anticuerpo biespecífico para adultos con cáncer de pulmón de células no pequeñas cuyos tumores presentan ciertas mutaciones, indicado para casos en que la enfermedad haya progresado durante o después de un tratamiento de quimioterapia basada en platino.
Y el pasado verano fue aprobado bajo supervisión como terapia innovadora.
En setiembre pasado, las autoridades sanitarias brasileñas aprobaron el producto, por lo que Brasil se convirtió en el segundo país del mundo en obtener su autorización.