Cuando los fabricantes de automóviles sufrieron por primera vez la escasez de chips a fines del año pasado, intentaron parar las fábricas hasta que los problemas desaparecieran. Pero ahora que la crisis llega a su quinto mes y se agrava, se han vuelto creativos para mantener al menos una parte de la producción funcionando.
Nissan está dejando miles de vehículos sin los sistemas de navegación que normalmente tendrían debido a la escasez. Las camionetas Ram 1500 ya no traen un espejo retrovisor “inteligente” estándar que vigila los puntos ciegos. Renault ha dejado de ofrecer una pantalla digital de gran tamaño detrás del volante de su SUV Arkana, también para ahorrar en chips.
La crisis es una prueba histórica para la centenaria industria automotriz, en momentos en que intenta acelerar el cambio hacia vehículos eléctricos más inteligentes. Durante décadas, los fabricantes de automóviles incluían permanentemente más y mejores funciones avanzadas; ahora, están eliminando algunas de ellas, al menos temporalmente, para salvar sus ventas.
Este retroceso pone de manifiesto la magnitud de los problemas a los que se enfrenta la industria. La semana pasada, BMW AG, Honda Motor Co. y Ford Motor Co. señalaron el agravamiento de los problemas de la escasez de chips.
La imposibilidad de asegurar suministros críticos es un enorme revés a corto plazo, ya que este año se perderán millones en ventas de vehículos. Además, es un mal augurio para el futuro a medida que se intensifica la competencia de las empresas de internet y electrónica de consumo.
“Esto probablemente empeore antes de mejorar”, dijo Stacy Rasgon, quien cubre la industria de semiconductores para Sanford C. Bernstein. “Solo lleva mucho tiempo poner en funcionamiento esta capacidad”.
El director ejecutivo de NXP Semiconductor NV, Kurt Sievers, dijo que el cambio a los vehículos eléctricos está ocurriendo más rápido de lo previsto, lo que se ha sumado a la mayor demanda de chips para automóviles. NXP planea enviar al menos 20% más de chips para automóviles por ingresos en el primer semestre de 2021 en comparación con el primer semestre del 2019, a pesar de que la producción de automóviles ha disminuido alrededor de 10% durante el período, señaló.
Mark Liu, presidente de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co., advirtió que la crisis está lejos de terminar. Su empresa, que es el fabricante de chips más avanzado del mundo y será fundamental para cualquier resolución, comenzará a satisfacer los requisitos mínimos de los clientes de automóviles en junio, pero espera que la escasez de chips para automóviles dure hasta principios del 2022, dijo en una entrevista con CBS.
Los fabricantes de automóviles no pueden limitarse a esperar. Una de las reacciones a la escasez es asignar los componentes escasos a los vehículos más rentables y de mayor venta a expensas de otros modelos, algo que están haciendo fabricantes como la francesa Renault SA y la japonesa Nissan Motor Co.
Los fabricantes de automóviles también están construyendo vehículos con menos tecnología. Peugeot está volviendo a los antiguos velocímetros analógicos para sus 308 hatchbacks, en lugar de usar versiones digitales que necesitan chips difíciles de encontrar.
General Motors Co. dijo que fabricó algunas camionetas Chevrolet Silverado sin un determinado módulo de ahorro de combustible, lo que supone un costo para los conductores de aproximadamente 0.4 kilómetros por litro. Nissan está reduciendo la cantidad de vehículos con sistemas de navegación preinstalados en aproximadamente un tercio, según una persona familiarizada con el asunto.
El fabricante japonés, que a principios de enero se convirtió en uno de los primeros fabricantes de automóviles en advertir sobre una inminente escasez, también está priorizando el suministro de chips a los dos modelos más vendidos en cada uno de los principales mercados, dijo la persona.
En un caso, Nissan envió suministros de chips de India a Estados Unidos en un vuelo de carga fletado para ayudar a que la producción avance allí. Un representante de Nissan declinó hacer comentarios.
Los compradores del deportivo Arkana de Renault ahora tienen que conformarse con una pantalla más pequeña sin mapa de navegación, y renunciar a la opción de un cargador de teléfono por inducción.
Stellantis NV, formado a partir de la fusión de Fiat Chrysler y PSA Group, modificó la camioneta Ram 1500 para que el espejo retrovisor digital que normalmente viene de serie ahora solo esté disponible como una opción de actualización, según una persona familiarizada con el asunto.
El fabricante también está utilizando piezas que no requieren chips de su camioneta Ram Classic más básica para poder seguir produciendo la versión más cara.
”Dada la naturaleza fluida de este complejo problema, los empleados de Stellantis en toda la empresa están encontrando soluciones creativas todos los días para minimizar el impacto en nuestros vehículos para que podamos construir los productos más demandados como sea posible”, dijo la portavoz Jodi Tinson en un correo electrónico.
La situación de la industria automotriz se remonta a una mala planificación durante la pandemia y a la limitada capacidad de fabricación de chips, pero se ha visto agravada por la reducción del espacio de carga disponible a medida que la economía mundial se recupera del COVID-19. Cuando los fabricantes de automóviles consiguen pedidos, sus chips a menudo no pueden enviarse.
Ese cuello de botella se ve agravado por el hecho de que los principales fabricante de chips para automóviles, NXP, Infineon Technologies AG y Renesas Electronics Corp., representan solo el 40% del suministro, mientras que el 60% restante se reparte entre decenas de miles de pequeños diseñadores. Estas empresas más pequeñas a menudo carecen de la influencia para conseguir que sus chips se fabriquen en las fundiciones cuando la capacidad es escasa.
En al menos un caso, los fabricantes de automóviles piden a un importante fabricante de chips que envíe microcontroladores que no cumplen con las especificaciones estándar, dijo una persona familiarizada con el asunto. Estos chips de baja calidad no pondrían en peligro los elementos esenciales de seguridad, como los frenos, dijo la persona, pero podrían significar que los sistemas de entretenimiento del automóvil o de control de emisiones tengan más probabilidades de funcionar mal en condiciones meteorológicas extremas.
Los fabricantes de automóviles y los proveedores pueden aceptar cualquier chip que esté disponible y reescribir el software para darles una nueva tarea, dijo Sig Huber, consultor de Conway MacKenzie y exjefe de compras de Fiat Chrysler. Tesla Inc. informó la semana pasada que alivió los problemas poniéndose en contacto con nuevos proveedores de semiconductores y escribiendo rápidamente un nuevo firmware para esos chips.
Los fabricantes también almacenan automóviles incompletos para mantener las líneas de producción en funcionamiento. En Hamtramck, en el área metropolitana de Detroit, una zona de varias cuadras está llena de camionetas Ford F-150 sin algunos chips. General Motors dijo que también está almacenando vehículos sin terminar a la espera de los semiconductores.
Mientras tanto, entre bastidores, los proveedores de automóviles están haciendo esfuerzos inusuales por conseguir chips. Un socio de Stellantis llamado JVIS-USA LLC intentó demandar a NXP en un tribunal de Michigan en abril en un intento por obtener más chips, pero un juez rechazó su solicitud.
El proveedor automotriz Visteon Corp. señaló que los fabricantes de automóviles podrían pedir una compensación por la escasez. En Japón, el presidente de Toyota Motor Corp., Akio Toyoda, visitó una planta de Renesas que había sufrido un incendio para acelerar su vuelta a la producción.
Sin embargo, no hay alivio a la vista, e incluso Apple Inc., cuyos iPhone de alta especificación y demandas agresivas suelen colocarla al frente de la fila de clientes de chips, dijo la semana pasada que está comenzando a sentir los efectos de la escasez. Esto puede dejar a los fabricantes de automóviles con ganas de más, incluso cuando los fabricantes de chips logren aumentar su capacidad.
“Esto tiene el potencial de ser un problema a largo plazo”, dijo Anna-Marie Baisden, analista automotriz de Fitch Solutions. “Esto solo se agravará a medida que los vehículos avancen tecnológicamente y usen más chips”.