La escasez de chips obligará a parar esta semana la producción de dos plantas de montaje de automóviles en Estados Unidos y además forzará a Ford a vender algunas unidades de uno de sus vehículos de más demanda, el todocaminos SUV Explorer, sin controles de temperatura.
Ford dijo que por segunda semana consecutiva suspenderá la producción de su planta de Ohio, donde se montan camionetas y furgonetas y trabajan más de 1,700 personas, por la falta de microprocesadores.
Por su parte, el fabricante Stellantis anunció que su planta de montaje de Belvidere, en las cercanías de Chicago y donde se produce el todocaminos SUV Jeep Cherokee, también tendrá que suspender su producción de nuevo por la falta de chips necesarios para su fabricación.
Además, tras consultar con concesionarios y clientes, Ford ha decidido vender algunas unidades del modelo Explorer sin los controles de temperatura traseros para ahorrar microprocesadores y acelerar la entrega de los vehículos.
La temperatura en la parte trasera del habitáculo puede ser controlada desde los asientos delanteros: Ford señaló a medios de comunicación locales que los chips que permiten controlar la temperatura desde las plazas traseras se podrán instalar posteriormente en los vehículos.
La compañía entregará los Explorer sin los controles de temperatura traseros con descuentos sobre el precio original.
Ford ya tomó una decisión similar el año pasado con la camioneta “pickup” F-150, el vehículo más popular en Estados Unidos, cuando entregó algunas unidades sin la función de apagado y encendido automático del motor para ahorrar chips y facilitar su distribución.
Desde el inicio de la pandemia, el sector mundial del automóvil se enfrenta a problemas de suministro de chips que han provocado graves problemas de producción.
Se estima que en el 2021, el sector del automóvil dejó de producir a nivel global 8.2 millones de vehículos por la escasez de semiconductores y otros problemas logísticos.
Este año, los fabricantes han anunciado que la situación mejorará de forma paulatina a medida que avance el año y que se prevé que la producción sea alrededor de un 10% superior a la del 2021.
Desde que se inició 2022, el sector ya ha dejado de producir unos 930,000 vehículos en todo el mundo.