El paso del salón de clases a entornos virtuales por la pandemia no es el único cambio. Las universidades peruanas ya empezaron a mirar a futuro apostando por tecnología que acompañe sus procesos educativos. ¿En qué momento están y cuáles son las tendencias que siguen?
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Plataformas de gestión académica y de relacionamiento de alumnos, analítica e inteligencia de negocio, y el desarrollo de experiencia del usuario enfocado en los alumnos, son algunos de los servicios que ha aplicado la aceleradora digital Neoris en Perú, indica José Angel Flores, director de la Vertical de Educación Superior.
Al principio las soluciones más buscadas era un software CRM para gestionar el contacto con el alumno. Pero en los últimos meses ha virado a procesos de automatización (RPA, por sus siglas en inglés) para que lo que hacía una persona lo haga automáticamente el sistema, o a los chatbots para dar apoyo inteligente y reemplazar la atención en ventanilla.
“En los primeros 10 meses, muchos de los trabajos de Neoris en Perú se basaron en ayudar en la digitalización de procesos. El reto ahora es ayudar a muchas universidades a dejar de operar en el día a día, para que tengan tiempo de diseñar los modelos del futuro”, enfatiza.
Para Flores el sector educativo es el que más información del alumno (cliente) pero el que menos la explota. Cree que las áreas de tecnología de las universidades tienen que evolucionar, sentando las bases de un nuevo modelo educativo.
En tres puntos
Por su parte, Sebastián Osses, cofundador de ContinuumHQ y director del equipo de tecnología para la Educación, Aprendizaje y el Futuro del Trabajo, explica que la tecnología en el sector educativo se mueve en tres puntos: escenarios de aprendizaje, flujos de aprendizaje, y distintos tipos de usuarios involucrados como alumnos, profesores.
Como escenarios hay que considerar las aulas híbridas que van a necesitar herramientas tecnológicas para que tanto estudiantes como docentes en presencial y remoto puedan convivir. “En una misma sala de clases habrá cámaras, monitores y pizarra digital, para que todos tengan acceso al contenido”.
En lo que se refiere al flujo de aprendizaje, implica estar conectados desde múltiples dispositivos (laptops, tablets, móviles) y seguir teniendo la misma experiencia, lo que se denomina aprendizaje multicanal.
En cuanto al usuario, hay una serie de tendencias que se enfocan en el estudiante. Por ejemplo, el aprendizaje adaptativo, donde se identifica a qué ritmo aprende cada alumno, y el material educativo se adapta con ayuda de Inteligencia Artificial (IA), identificando las brechas de aprendizaje.
Otro ejemplo de IA lo potenció una startup chilena que lanzó un predictor de deserción escolar, “que identifica las variables que predicen el abandono escolar, no solo guiados por el rendimiento académico, sino por factores sociales y económicos”, acota Osses.
Nombra a otra startup chilena llamada Radar Escolar, que analiza data del desempeño de alumnos, docentes y plana administrativa. Se dieron cuenta que los docentes gastan alrededor de 12 horas semanales en evaluaciones, temas administrativos, y preparación de material. Y con la tecnología lo que antes se demoraba horas, pasó a evaluarse en minutos.
Y así aparecen los stacks (ecosistemas de datos) para gestionar el campus de manera inteligente “usando data y tecnología desde una perspectiva omnicanal”. Están los sistemas de gestión de aprendizaje (LMS), gestión de manejo de aprendizaje (LXM), gestión de contenido (CMS) y el sistema de información estudiantil (CIS). Para Osses aquí conectas toda la vida del alumno desde que postula hasta que egresa.
Continuum HQ participó el año pasado en el diseño de la experiencia de admisión con la Universidad Peruana del Norte (UPN) donde “nos tocó rediseñar el espacio arquitectónico [del portal] para mejorar la atención para padres y estudiantes, y trabajamos la estrategia omnicanal con ellos”, asevera.