Luego de algunos meses de vacaciones, las universidades en Perú vuelven a recibir a sus alumnos regulares. Y mientras se afinaban los horarios, los syllabus y los objetivos para este 2023, las casas de estudios -por primera vez- evaluaban qué hacer ante el imparable avance de la Inteligencia Artificial (IA) en las aulas. Gisella Bejarano, docente en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), dijo a gestion.pe que ya ha escuchado a varios de sus alumnos mencionar al Chat GPT, la herramienta de la que más se habla en estos días.
Gestión confirmó que tanto la UPCH, como la Universidad del Pacífico y la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), están trabajando sus protocolos internos sobre el uso del Chat GPT entre maestros y alumnos, en un contexto en el que algunos países deciden restringir esta herramienta de búsqueda: En San Francisco, Estados Unidos, la autoridad prohibió usar la IA en las escuelas públicas. Compañías como Bank Of America o Goldman Sachs, también.
Todo comenzó en el 2018 con la primera versión de Chat-GPT, una herramienta de inteligencia artificial desarrollada por OpenAI, cuyo director ejecutivo es el estadounidense Sam Altman. Desde ese año, su evolución es acelerada. “Pasar de la versión 3.5 a la 4 (la actual) fue solo cuestión de meses. La cantidad de parámetros es mayor y se parece cada vez más al lenguaje humano”, resume Álvaro Talavera, profesor de ingeniería de la Universidad del Pacífico, quien ha utilizado el chatbot para elaborar presentaciones de sus clases de pregrado y así, invertir menos tiempo en organizar una exposición sobre teoría fundamental.
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UTEC, en tanto, dijo a Gestión, por escrito: “vemos en el Chat GPT una oportunidad de desarrollo conjunta para promover nuevas formas de enseñanza y aprendizaje propias del siglo XXI. Nuestra visión apuesta por explorar las mejores prácticas que nos ayuden a conocer las implicaciones que dicha herramienta y otras de inteligencia artificial pueden tener en un contexto académico y profesional. Apostamos por un debate crítico para comprender qué es el Chat GPT e integrarlo de forma prudente en nuestra universidad, protegiendo la integridad académica”, señalaron.
Desde la UPCH, Bejarano indica que la casa de estudios regulará el uso del Chat GPT, entendiendo que es tanto una herramienta de búsqueda que puede propiciar el plagio en los estudiantes, pero también puede generar mejores investigaciones, incluso, identificar las fallas de la propia herramienta de inteligencia artificial la que, por ahora, advierte a los usuarios que no puede acceder a algunos datos personales, brindar una postura, o hacer proyecciones.
Bejarano, una investigadora peruana de 37 años involucrada en el análisis de la inteligencia artificial desde el 2008, ha planteado entre sus colegas la generación de un chatbot a partir de las preguntas frecuentes que se realicen en clases, para dejar al profesor los cuestionamientos más complejos, o modelar la curiosidad entre los alumnos. “La tecnología de la IA viene a retarnos a todos, profesores y alumnos”, dice a gestion.pe
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¿Cambiará el sistema de calificaciones en clases?
En un conversatorio sobre el uso del ChatGPT en la educación, Daniel Peralta, especialista en desarrollo docente de la Universidad del Pacífico, señaló que si bien la herramienta sirve para generar textos, tiene limitaciones para enriquecer el conocimiento del estudiante o generar soluciones ante un problema real.
“Es una herramienta de información y apoyo, pero otra cosa es la formación ética y de liderazgo, pasando por la experiencia humana y ponerlo a debate en una mesa de conversación. Pienso que un docente que antes pedía un trabajo de 100 páginas ahora cambiará un poco, fomentando las explicaciones y el debate de lo que se aprendió durante la investigación”, opina Peralta.
Bejarano indica que su propuesta de calificaciones ya no se basará ‘necesariamente’ en escribir tanto, sino, corroborar posibles respuestas en el lenguaje de programación, comprobar fórmulas y hacer papers de investigación.
“Las carreras relacionadas a la ingeniería son menos susceptibles al avance de la inteligencia artificial en las aulas, pero en otras materias donde se requiere más texto o argumentos, se podría recomendar otro tipo de razonamiento, y acudir al ChatGPT para estadísticas, o evaluar proyectos que puedan aplicar en su campo”, sugirió.
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El chat GPT seguirá evolucionando y se espera, en el corto plazo, el lanzamiento de la versión 4.5 que, según el profesor Talavera, incluiría el formato de vídeo. Hoy, la inteligencia artificial permite diseñar imágenes y hasta leer imágenes.
Pese a su constante evolución, Bejarano resalta un punto importante: las falencias desde el punto de vista ético. Por ejemplo -dice- la Inteligencia Artificial podría estar diseñada con un sesgo occidental y sin el sentido de la inclusión. “Podríamos solicitar la lista de los mejores investigadores del mundo y te mostrará científicos del occidente, usualmente hombres”, indicó. Por ello, varios investigadores solicitaron a las compañías detrás de este desarrollo, mayor transparencia sobre los datos con los que se diseñó el modelo de la IA.
Dato
- La investigadora Gisela Bejarano recomendó a los docentes el uso de herramientas especializadas como Writer, ChatGPT Detector y GPTZero para identificar si los textos de las tareas presentadas por sus alumnos fue elaborada por ChatGPT.
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