"Llevo 400 kilómetros al volante y tengo la espalda destrozada". Este comentario, común en los usuarios de vehículos más antiguos o en los profesionales del transporte, deriva de la posición adecuada de conducción, en la que es fundamental el asiento. A simple vista puede parecer que un asiento no necesita un concienzudo desarrollo de I+D por su simple apariencia.
Sin embargo, no es así y puede conllevar "hasta tres años de desarrollo", según Javier García, un ingeniero que lleva tres años en el Centro Técnico de Seat y que trabaja en el departamento de Experimentación de Asientos.
Primero se diseña la forma del asiento y se realizan las pruebas iniciales con técnicas de realidad virtual. Después comienza el trabajo de elección de materiales, como la espuma del relleno, los tejidos e incluso "hasta las puntadas en el cosido". Materiales que deben ser compatibles con dos premisas: la funcionalidad y la durabilidad.
Se abaten 10.000 veces"En la prueba climática, comprobamos que los asientos puedan aguantar condiciones extremas de temperatura entre 30 bajo cero a 80 grados positivos. También contamos con una máquina que reproduce la entrada y salida de una persona sin cesar; y otra que simula el abatimiento de un asiento hasta 10.000 veces. Eso, sin olvidarnos de las pruebas en un modelo real para ver su comportamiento en los diferentes pavimentos, en carretera, en circuito, es decir, probarlo en la vida real", explica el ingeniero de Seat.
Pero un asiento debe ser además de funcional, cómodo, saludable y seguro. De ahí que los ingenieros de las marcas automovilísticas trabajen de forma conjunta con especialistas en ergonomía. "Nuestro objetivo es que personas con diferente morfología, diferentes alturas y pesos tengan una buena sensación de confort. Somos conscientes de que una persona puede pasar varias horas sentada en su vehículo a lo largo del día, por lo que es vital dar el máximo confort en los asientos y una posición correcta de conducción", dice García.
Posición correctaEn este punto, este ingeniero llama la atención a los conductores para que se sienten de forma correcta, no sólo por el confort sino por la seguridad. Las marcas invierten cientos de miles de euros en seguridad pasiva para evitar lesiones en caso de colisión. "Muy pocos conductores se colocan bien el apoyacabezas, una pieza fundamental ya que, en caso de accidente, evitará que tengamos traumatismos cervicales graves".
Hoy en día, los asientos permiten regulaciones de forma eléctrica y se adaptan a nuestros muslos y a nuestro torso para sujetar tronco y extremidades inferiores. Existen con función de masaje, con calefacción y ventilación. Incluso algunos modelos descapotables incorporan un conducto situado entre el respaldo y el asiento que expulsa aire caliente o frío hacia el cuello del conductor, en función de la temperatura exterior, cuando va descapotado .
Asientos inteligentesSegún Javier García, el futuro pasa por "un asiento inteligente que detectará automáticamente la correcta posición en función de la morfología del usuario y su sensación de confort". Sólo con que la persona se deje caer, el asiento se adaptará a su cuerpo.
Los asientos con memoria ya son una realidad, el reto de cara al futuro es la interacción con el conductor a través de sensores que nos permitirán detectar su estado (fatiga, climatización, nivel de presión…)". Si a ello se le une la conducción autómata, ir en coche será como viajar en AVE.
Seguridad pasivaEl asiento es una pieza fundamental en la seguridad del conductor. El reposacabezas evita lesiones cervicales siempre que se utilice de forma correcta. Para ello, la cabeza no debe sobresalir por encima ni por debajo del mismo, sino quedar rasante como se ve en la imagen del robot utilizado en las pruebas.
Trabajo artesanalFirmas de lujo como Rolls-Royce (en la imagen) o Bentley cuentan con talleres de piel y maestros costureros que realizan de forma artesanal los asientos de los modelos de estas marcas. Prima el confort y la calidad, sin desdeñar la seguridad.
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