Alemania apoyó la propuesta de la Unión Europea de que a partir del 2035 solo se puedan vender vehículos y furgonetas libres de emisiones, mientras el bloque avanza en las conversaciones sobre una ambiciosa reforma ecológica en un momento de extraordinaria crisis energética.
Los ministros de medio ambiente de la UE discutieron sobre los automóviles y otras propuestas destinadas a reducir las emisiones en su reunión trimestral en Bruselas.
Las discusiones sobre el proyecto de ley que prohíbe los motores de combustión interna mostraron que algunos países quieren ser más ambiciosos, como los Países Bajos y Bélgica que pidieron un objetivo de eliminación en el 2030.
Las discusiones sobre el llamado paquete “Fit for 55″, que pretende cumplir el objetivo de la UE de reducir los gases de efecto invernadero en al menos un 55% para el 2030, se han vuelto particularmente difíciles en los últimos meses debido al aumento de los costos de la energía agravado por la invasión rusa a Ucrania.
Los Estados miembros tratan de llegar a un acuerdo sobre propuestas que van desde la reducción de las emisiones de los automóviles hasta la imposición de un precio del carbono al transporte por carretera y la calefacción.
La ministra alemana de Medio Ambiente, Steffi Lemke, dijo que la coalición gobernante en Berlín apoya el plan del brazo ejecutivo de la UE “en todos sus puntos”.
La formación tripartita había evitado anteriormente fijar un objetivo difícil para prohibir los vehículos contaminantes, diciendo en cambio que apoya el objetivo de la UE de vender solo vehículos nuevos “neutros en carbono” en Europa para el 2035, al tiempo que se compromete a apoyar los automóviles que pueden funcionar con combustibles eléctricos.
“En última instancia, esto significa que los motores de combustión de los automóviles y furgonetas de reparto se eliminarán progresivamente a partir de 2035″, dijo Lemke a los periodistas en Bruselas antes de las conversaciones con sus homólogos de la UE.
La cuestión es especialmente delicada en Alemania, donde domina la industria del automóvil y los fabricantes llevan años retrasando el impulso de los vehículos eléctricos. El país no se sumó al compromiso adquirido en las conversaciones sobre el clima de la COP26 del año pasado de vender solo vehículos de cero emisiones para el 2035.
Francia, que ocupa la presidencia rotatoria de la UE, está tratando de llegar a un acuerdo sobre el mandato de negociación de los Estados miembros para las conversaciones con el Parlamento antes del verano.
Por su parte, Suecia, Dinamarca, los Países Bajos y Alemania se pronunciaron a favor de un sistema de comercio de emisiones independiente que cubra el transporte por carretera y los edificios, mientras que un grupo de países, entre los que se encuentran Polonia y Eslovaquia, advirtió de los costos que introduciría un mecanismo de este tipo.
Este último país está estudiando la posibilidad de proponer una alternativa que reduzca el umbral de elegibilidad en el actual sistema de comercio de emisiones, al tiempo que introduce un impuesto sobre el carbono a nivel nacional para el transporte por carretera.
“Unas normas sectoriales ambiciosas son vitales para reducir la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles para el transporte y los edificios, y la eliminación gradual de los nuevos vehículos con motores de combustión interna a partir del 2030 es una prioridad clave”, dijo Rob Jetten, ministro holandés de Clima y Energía. “No tenemos tiempo que perder”.