Repsol ha liderado la producción y transformación energética en Perú con un enfoque claro en la modernización de sus instalaciones clave, especialmente en la Refinería La Pampilla. Durante los casi 30 años que gestiona la refinería, no sólo ha optimizado los procesos productivos, sino también está asegurando que la transición energética del país se realice de manera segura y eficiente, sin comprometer la estabilidad del abastecimiento de energía.

Carburantes de bajo impacto ambiental

Una de las iniciativas más destacadas de esta renovación durante el 2024, inaugurada en octubre, es la ampliación de la capacidad para producir gasolina de bajo azufre, un combustible clave para cumplir con los estándares ambientales internacionales y reducir las emisiones contaminantes. “Luego de una planificación de más de 12 meses, ampliamos 20% la capacidad de producción para gasolinas regular y premium”, explica Luis Vásquez Madueño, director de Comunicaciones y Relaciones Institucionales de Repsol Perú.

Esta transformación no sólo mejora la competitividad de la Refinería La Pampilla, sino que refuerza la seguridad energética del país. Al incrementar la producción nacional, se reduce la dependencia de las importaciones, lo que disminuye tanto los costos como las emisiones asociadas al transporte de combustibles importados. Además, esta transformación contribuye al compromiso de Repsol con la sostenibilidad, pues dicha inversión incluyó diversas mejoras que optimizan recursos y minimizan el impacto ambiental.

Energización eléctrica de procesos

Otra de las principales apuestas de Repsol es la electrificación de los procesos operativos en La Pampilla, lo que marcaría un hito en la sostenibilidad de la industria refinadora peruana. Para Vásquez, la electrificación de ciertas actividades fabriles debe ocurrir donde sea rentable y sostenible en el tiempo, sin necesidad de subsidios ni ayudas fiscales.

“Estamos electrificando donde vemos que es viable. Por ejemplo, tenemos estaciones de servicio que ya cuentan con paneles solares y el próximo año planeamos reemplazar la turbina a vapor más importante de nuestro complejo refinero por un motor eléctrico, disminuyendo las emisiones generadas, pues nos aseguraremos de que la energía provenga de fuentes renovables”, manifiesta.

El proyecto de electrificación no se limita a la refinería, sino que es parte de un enfoque más amplio de Repsol, que busca incorporar tecnologías bajas en emisiones en toda su cadena de valor. El uso de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables, como la hidráulica, es parte de la estrategia de la empresa para reducir sus emisiones y avanzar hacia una operación más ecológica. Esto beneficiará a la industria refinadora y apoyará los esfuerzos nacionales de descarbonización.

Visión hacia el futuro

Repsol se ha comprometido a liderar la transición energética en el Perú y la modernización de La Pampilla es clave en este compromiso. La empresa está convencida de que no sólo la electrificación, sino también el uso de gas natural y combustibles más limpios y renovables, jugarán un papel crucial en la diversificación del mix energético del país. A medida que la industria avanza hacia la descarbonización, la Refinería La Pampilla se erige como un ejemplo de cómo la tecnología puede contribuir a un futuro más sostenible sin poner en riesgo la seguridad energética.