
La transición energética se ha convertido en los últimos años en un llamado urgente, tanto a nivel global como local, para enfrentar el cambio climático. Frente a ese escenario, una de las metas que se ha propuesto Perú es alcanzar el 20% de producción de energía renovable no convencional para el 2030. Sin embargo, durante su participación en CADE Ejecutivos 2025, Marco Fragale, CEO de la empresa Orygen, destacó que para seguir avanzando es indispensable construir un sistema confiable que sea capaz de incorporar de modo seguro el crecimiento renovable del país.
La primera empresa generadora de energía renovable en Perú ha dejado un mensaje claro en la agenda regulatoria: “No hay transición energética sin seguridad y confiabilidad del sistema”. En el evento, Marco Fragale explicó que “la transición energética solo será sostenible si se garantiza un suministro continuo y estable a todos los consumidores y especialmente a sectores estratégicos como la minería”.
El objetivo de ORYGEN, con un portafolio que integra cuatro tecnologías —solar, eólica, hídrica y térmica—, es garantizar un suministro confiable, competitivo y sostenible de energía a todos sus clientes, adaptado a las necesidades específicas de su operación. En ese sentido, ORYGEN se convierte en un aliado estratégico puesto que hace a sus clientes más competitivos.

Retos que superar
Para consolidar la transición energética de manera confiable y segura, la compañía destaca que es clave atender tres importantes desafíos. El primero es implementar y desarrollar un mercado de servicios complementarios y de flexibilidad que permita equilibrar la oferta y demanda en tiempo real. Para ello el MINEM debe emitir el Reglamento que regula el mercado de servicios complementarios en el más breve plazo. Con ello se garantiza que la energía fluya de manera continua y segura, incluso ante los cambios naturales en la generación solar o eólica.
Explica que este mercado será el pilar que sostenga el crecimiento renovable del país, asegurando que las inversiones en energías limpias se traduzcan en un sistema más resiliente y confiable. Advierte que, sin este componente técnico, conformado por todos los servicios de respaldo destinados a garantizar el funcionamiento eficiente del sistema eléctrico, la expansión de las energías renovables afectará necesariamente la seguridad del sistema.
Un segundo punto regulatorio es la puesta en marcha de una reglamentación clara y transparente de la Ley 32249, que introduce modificaciones a la Ley 28832 del sector eléctrico. Esta norma busca impulsar el funcionamiento del sistema a través de cambios trascendentales, entre los que están la creación de mercados complementarios y un nuevo reglamento de licitaciones para las distribuidoras. Un proceso regulatorio sólido y participativo será fundamental para consolidar un marco regulatorio que brinde estabilidad, sostenibilidad y seguridad al sistema.
Para Fragale, “también es indispensable que las licitaciones de suministro para el mercado regulado contemplen esquemas flexibles, evitando que queden bloques desiertos y promoviendo la participación de la generación existente en contratos a largo plazo”.
Finalmente, el tercer gran reto a superar es la ampliación y modernización de las redes de transmisión, puesto que son clave para llevar esta energía limpia y renovable a cada rincón del país, a todos los peruanos. Sin esta infraestructura, gran parte de la electricidad generada se desperdicia, limitando el aprovechamiento del potencial renovable y frenando el avance hacia un sistema energético más sostenible y equitativo.

Reportaje publicitario






