En un escenario en el cual naciones y empresas buscan soluciones para un futuro más sostenible, Nexa Resources, la quinta productora global de zinc, cuenta con una sólida estrategia ASG (ambiental, social y de gobernanza), que prioriza áreas críticas como la reducción de emisiones de CO2, el uso responsable del agua, así como la seguridad, diversidad, equidad e inclusión.
En ese sentido, alineada con los objetivos planteados por el Acuerdo de París, la empresa se ha propuesto la audaz meta de que sus operaciones logren la neutralidad de carbono para el 2040 y las cero emisiones para el 2050.
Resultados concretos
Esto no sería posible sin una visión que la empresa puso en marcha hace más de una década. Fruto de ese esfuerzo, el primer gran compromiso asumido, el de reducir el 20% de las emisiones de alcance 1 (52 mil toneladas de CO2) hasta el 2030, manteniendo la alta participación de fuentes renovables en su matriz energética, se encuentra a la vista.
En el 2022, Nexa logró que el 99% de la energía eléctrica utilizada en sus operaciones a nivel global provenga de fuentes renovables, gracias a acuerdos comerciales para el uso exclusivo de energía limpia y sostenible en Perú y Brasil.
Asimismo, implementó una iniciativa que optimiza los sistemas operativos y de tratamiento para incrementar el uso de energías limpias. El objetivo es cambiar la matriz energética e incluir el uso de biomasa para generar vapor, sistemas de inyección de hidrógeno en maquinaria automotriz y empleo de bioaceite en hornos de zinc. Es decir, desplazar el uso de combustibles convencionales por opciones más amigables al medio ambiente.
Principales iniciativas
En Perú, Nexa ha implementado un cambio significativo en la matriz energética de su refinería de zinc Cajamarquilla, la mayor de las Américas, ubicada en Lima. Anteriormente dependiente de combustibles como el GLP y el diésel, desde 2021, la compañía ha convertido sus operaciones al uso de gas natural, marcando un paso importante dentro del plan de sustitución de la matriz energética de la refinería.
Por otro lado, en la refinería Três Marías, ubicada en Brasil, Nexa logró reducir sus emisiones de CO2, cambiando el petróleo fósil por virutas de eucalipto, un insumo de la industria de pulpa y papel, como fuente de generación de vapor. Adicionalmente, se ha iniciado el uso de bioaceite en una de las baterías de producción de óxido de zinc. El objetivo es adaptar las tres restantes en los próximos años, lo que podría reducir las emisiones en hasta 25 mil toneladas de carbono anuales. Con estas iniciativas, la empresa minera espera reducir en un 75% las emisiones de CO2 fósil de esta operación, volviéndola un referente de la industria.
En cuanto a la refinería de Juiz de Fora, también en Brasil, Nexa se encuentra en el proceso de descarbonización del horno Waelz, un tipo de horno utilizado en la metalurgia, especialmente para el reciclaje de zinc. Su objetivo es reemplazar el coque de petróleo, un combustible tradicionalmente utilizado en estos hornos, por un combustible sólido más ecológico (briqueta ecológica), que a su vez está derivado del carbón vegetal y el bioaceite. En 2023, la empresa probó 100 toneladas de briqueta ecológica en su horno industrial. Los resultados de estos tests abrieron la posibilidad de sustituir hasta un 30% del coque de petróleo durante 2024, lo que podría reducir las emisiones de CO2 en hasta 25 mil toneladas anuales.
“Nuestra visión está guiada por el propósito de integrar la minería a un mundo en constante cambio como una oportunidad para el desarrollo sostenible. Nexa tomó como propio este desafío y, gracias a su capacidad de adaptación y resiliencia, se encuentra en una posición única para impulsar un futuro más sostenible y próspero para todos”, señala Marcio Godoy, VP de Servicios Técnicos y Proyectos de Nexa Resources.
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