Con una gran asistencia se llevó a cabo el 5 y el 6 de julio el VII Congreso de Prevención de Riesgos Laborales: Gestión de Empresas Saludables, evento organizado por La Positiva Seguros en coordinación con la Fundación Internacional ORP. El hilo conductor de la cita fue la preocupación por mejorar de manera creativa y continua la salud de los trabajadores.
Tecnología para la prevención
Una de las ponencias centrales estuvo a cargo de Antonio Díaz, director de Salud y Bienestar Laboral de la Asociación para la Prevención de Accidentes (APA) y presidente de la Asociación Española de Servicios de Prevención Laboral (AESPLA), quien presentó la PLATAFORMA APA – Factor Humano, una herramienta digital que utiliza la inteligencia artificial para visualizar el impacto del factor humano en la prevención de riesgos laborales.
Mediante una serie de preguntas, esta herramienta explora la personalidad e inteligencias de cada trabajador. Paralelamente, se establecen las competencias necesarias para el puesto analizado. Automáticamente, la IA evalúa el ajuste entre ellos y proporciona como resultado un ‘gap’, que es la distancia entre dos términos contrastados. Con esta información, se determina qué entrenamientos y capacitaciones deben llevarse a cabo para reducir al mínimo esta brecha.
En su ponencia, Antonio Díaz subrayó que las competencias no implican que un trabajador sea mejor o peor, sino que cada persona tiene características específicas que se deben reconocer para mejorar. Esta información también permite identificar las áreas en que los individuos tienen mayor tendencia a sufrir accidentes por temas como falta de concentración o introversión, entre otros.
Agregó que la plataforma APA es aplicable a empresas que tienen una cultura sólida de salud laboral, especialmente para puestos de trabajo que involucran actividades peligrosas o riesgos para terceros, y también resulta útil para las nuevas contrataciones. “La cultura de la prevención no se limita a la eliminación de factores de riesgo, aunque eso sea importante. En este caso, se utiliza la ciencia y la tecnología para comprender la naturaleza de cada empleado y se le acompaña en su proceso de transformación y adquisición de competencias en temas de seguridad y salud, con un enfoque preventivo”, expresó.
Salud mental
Por su parte, Carlos Ruiz Frutos, director científico del Laboratorio de Enfermedades Profesionales de Andalucía, centró su exposición en la importancia de cuidar la salud mental de los trabajadores. En esa línea, detalló una investigación realizada en 18 países, entre ellos el Perú, para obtener información sobre la salud mental de las personas en el primer periodo de la pandemia del COVID-19. Esta reveló que, en ese tiempo, el 59,7% de los encuestados en nuestro país experimentaron malestar psicológico, con mayor prevalencia en mujeres y jóvenes, posiblemente a causa del impacto laboral y social.
Entre las conclusiones, destacó que las empresas han comprendido la importancia de contar con sistemas de seguridad y salud laboral para actuar en momentos de crisis, no solo durante pandemias. Asimismo, se ha reconocido la relevancia de los profesionales de medicina y enfermería del trabajo, especialmente en casos de problemas de salud mental en el entorno laboral. Además, comentó que el estudio ha evidenciado lo esencial que es la coordinación entre los servicios de salud de las empresas y el sistema público.
“La propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que la salud mental en el lugar de trabajo supone un desafío prioritario, sobre todo en el mercado laboral. ¿Por qué? Primero, por el costo para las personas que padecen un problema de este tipo, al igual que para sus familias. Por otra parte, es un costo muy alto para los países”, enfatizó.
Transformación
En el congreso también expuso Tomas Gabriel Chaparro Díaz, gerente corporativo de Seguridad de la Compañía Minera Buenaventura, quien compartió las prácticas se seguridad exitosas de la empresa en la que trabaja. Comentó que han identificado tres ecosistemas clave: la interacción entre las unidades de negocio para compartir conocimientos sobre peligros laborales, la participación de todos en la planificación y mejora del sistema de seguridad para generar efectividad y legitimidad, y la colaboración con ‘stakeholders’ externos para satisfacer necesidades específicas.
“Lo importante es que el conocimiento que se genera, ya sean controles operativos, buenas prácticas o lecciones aprendidas, lo comparten todas las unidades de negocio, de forma transversal”, expresó.
Agregó que en Buenaventura están cambiando algunos paradigmas relacionados con la cultura de seguridad, con el objetivo de que esta sea parte inherente del proceso productivo y no algo aparte. Esto quiere decir que la responsabilidad de la seguridad laboral debe recaer en los líderes de cada etapa del proceso productivo. En esa línea, considera que en el futuro las áreas de seguridad desaparecerán como tales y se transformarán en áreas de control de parámetros de calidad.
Responsabilidad legal
Por su parte, Barbara Pita Dueñas, gerente de Relaciones Laborales y SSMA de Ferreycorp S. A. A., abordó la responsabilidad legal de los empleadores en materia de seguridad y salud en el trabajo. Explicó que el empleador es responsable incluso fuera del lugar y las horas de trabajo, si es que el trabajador ha estado cumpliendo algún mandado especial. Pero a veces el análisis de lo ocurrido se realiza de manera superficial y no se identifican las verdaderas causas del accidente.
Subrayó que lo mismo sucede en cuanto al diagnóstico de enfermedades ocupacionales. En casos como la hernia, por ejemplo, esta se relaciona con una lesión por el trabajo; sin embargo, suele ser una condición degenerativa y hereditaria de la persona. Por ello, recomendó contar con la participación de médicos ocupacionales desde el inicio del evento, para hacer un diagnóstico adecuado.
Explicó que las responsabilidades que se generan frente a accidentes y enfermedades ocupacionales incluyen afectaciones morales, sociales, legales y financieras. Además, señaló que el cumplimiento legal solo minimiza la responsabilidad, no la elimina. Finalmente, comentó que las multas se determinan según el tamaño de la empresa y el número de trabajadores afectados y que pueden recaer penas privativas para el empleador en caso de negligencia grave.
“Ahora bien, los trabajadores también tienen responsabilidad y deben cumplir con las obligaciones que ha establecido la empresa en materia de seguridad y salud en el trabajo para prevenir y evitar accidentes”, concluyó.
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