La 62ª edición de la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE 2024) concluyó en Arequipa, dejando claro que el futuro de Perú depende de una transformación integral en educación, en la generación de liderazgos y en la adaptabilidad empresarial. Elsa Del Castillo Mory, directora general de la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico, destacó en su intervención que, en un mundo cada vez más globalizado, complejo y tecnológico, la formación académica no debe solo abarcar lo técnico y debe aspirar a centrarse también en el sentido de trascendencia del individuo.
La académica enfatizó que las universidades tienen la responsabilidad de cultivar valores personales y una sensibilidad social que permita a los futuros profesionales ser agentes de cambio en sus comunidades y empresas.
En el ámbito empresarial, la experta señaló que las habilidades blandas, como la empatía y la comunicación efectiva, son fundamentales para el éxito. “Los líderes deben ser grandes escuchadores. Si no escuchas, difícilmente entenderás a los demás. En el Perú, la falta de comunicación entre el sector público, privado y la sociedad civil es un desafío importante, y debemos trabajarlo”, explicó. Del Castillo destacó que un buen líder debe ser capaz de influir, motivar y movilizar a su equipo en torno a un propósito común.Además, Del Castillo subrayó la importancia de la “preocupación por la persona” en las organizaciones.
Otro de los puntos clave en su intervención fue la transformación digital y los retos que enfrentan las pequeñas y medianas empresas. “Las grandes empresas tienen los recursos para capacitarse y traer talento, pero las medianas y pequeñas empresas a menudo no saben por dónde empezar. Es fundamental el concepto de lifelong learning, todos debemos priorizar el aprendizaje continuo”, señaló Del Castillo. Además, destacó que las alianzas estratégicas entre empresas, gremios y la academia pueden ayudar a las organizaciones más pequeñas a adaptarse mejor a la disrupción tecnológica.
Del Castillo también recalcó que las universidades deben ser aliadas del sector privado, creando espacios de colaboración y formación conjunta. “En la universidad trabajamos estrechamente con el sector privado, a través de gremios y cámaras de comercio, para ayudar a las empresas a evolucionar tecnológicamente y a enfrentarse a los desafíos del entorno digital”, explicó. “Trabajamos juntos en el ámbito de la reinvención de modelos de negocios, en temas de tecnología, de sostenibilidad, de gestión del talento, de gobierno corporativo, de equidad de género, entre otros tópicos claves para la competitividad empresarial”.
Finalmente, la experta resaltó el potencial del emprendimiento en Perú como motor de innovación. “El país es un referente en emprendimiento. Las startups están llevando las tecnologías de punta al alcance de cualquier empresa y generando un impacto social significativo. Las grandes empresas han descubierto que estas startups son grandes aliadas en su cadena de valor porque aportan agilidad e innovación”, concluyó.
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