El proceso de destrucción de documentos no tiene costo para las compañías.
El proceso de destrucción de documentos no tiene costo para las compañías.

La situación sanitaria del país ha golpeado seriamente a la economía. Si bien las actividades productivas se han reiniciado con más velocidad en las últimas semanas, el PBI caería este año 13,9%, según proyecciones del Fondo Monetario Internacional. Este difícil contexto obliga a las empresas a volverse más eficientes. Una forma de cumplir con ese objetivo es la destrucción de documentos innecesarios que acumula una compañía.

Muchas empresas suelen contratar servicios de almacén y vigilancia para guardar una gran variedad de documentos que, en realidad, ya dejaron de tener valor, como facturas, recibos, nóminas, bases de datos o libros contables con más de cinco años de antigüedad. Estos últimos, por ejemplo, pueden ser destruidos tras ese plazo, según el Código Tributario.

Por esas razones, la destrucción de documentos significa una reducción de costos de almacenaje y custodia, precisamente en días en que las empresas necesitan maximizar su eficiencia para promover su reactivación. En ese contexto, el mercado peruano cuenta con una alternativa segura, con experiencia y amigable con el medio ambiente. Se trata de El Destructor de Papeles, una división de la empresa de gestión de residuos no peligrosos Piero S.A.C.

Oportunidad integral

“Hoy en día pagar por la custodia de varios de estos documentos es un sobrecosto para las empresas”, dice Richard Espinoza, jefe de Operaciones de El Destructor de Papeles. Y subraya que el proceso de destrucción de documentos no tiene costo para las compañías. Según explica, las empresas firman un convenio con las organizaciones (empresas, embajadas, etc.) para destruir sus documentos.

El Destructor de Papeles se encargará de recoger los documentos si el volumen lo amerita y de realizar el servicio de destrucción. Para ello cuenta con una máquina de procedencia alemana instalada en su planta. Finalmente, vende el insumo que queda (papel triturado y reciclado) a empresas que fabrican otros productos con ese material. “Nuestro proceso no solo genera eficiencia en las empresas durante esta crisis, también contribuye a la preservación del medio ambiente, ya que comercializamos papel reciclado”, dice Espinoza.

A la fecha, El Destructor de Papeles atiende a alrededor de 100 clientes cada mes. Para Espinoza, esta coyuntura es la mejor oportunidad para que entidades financieras, operadores logísticos y otras organizaciones que almacenan grandes cantidades de documentos de forma física, contraten este tipo de servicio, pues significa que el ahorro generado se destinará a una actividad que ayude a enfrentar la compleja coyuntura.

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