Podcast Tres minutos basta: ¿Y qué le dirías a alguien que sigue evaluando una decisión?
Podcast Tres minutos basta: ¿Y qué le dirías a alguien que sigue evaluando una decisión?

¿Y qué le dirías a alguien que sigue evaluando una decisión? Escapa de la parálisis por análisis. Sí, le diría eso. Escapa de la parálisis por análisis

En la india se cuenta cómo el hijo del Rajá consiguió casarse con la princesa Labam. El príncipe, hijo del Rajá, conoció de la existencia de la princesa Labam y sin dudarlo dejó a su padres y reino para ir a buscar a la princesa sin siquiera saber dónde estaba. Cuando llegó al reino de la princesa, el rey lo sometió a cuatro pruebas para entregarle a su hija. Si las cumplía se casaba con ella, pero si no, lo mataría. El hijo del Raja, sin dudarlo se puso a ello y cumplió las pruebas, consiguiendo así casarse con la princesa.

Además de lo hermosa que está narrada esta historia en su versión original, lo interesante es que deja ver la más antigua manera de alcanzar el éxito: ponerse a hacer.

El príncipe no hizo un análisis de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas, como nos enseñan en las escuelas de negocio. Ni mucho menos utilizó una solución de machine learning para pasar por ahí los datos de las pruebas a las que el padre de la princesa lo iba a someter y analizar sus probabilidades de éxito. Sólo tomó la decisión y no paró hasta conseguir su objetivo.

El príncipe hizo lo que hace todo emprendedor exitoso: simplemente se puso en marcha.

El siglo XXI tiene dos dificultades:

La primera, tenemos más de una posibilidad para elegir, y eso te quita foco. Para el príncipe sólo estaba la princesa Labam.

La segunda, tenemos exceso de información, y eso te quita tiempo por hacer análisis. El príncipe no sabía ni dónde estaba el país de la princesa. Fue preguntando.

Miguel, hace dos años decidió dejar la empresa de diseño de interiores en la que trabajaba para poner la suya propia. En el camino aprendió que tenía que emitir facturas, que había que pagar impuestos, qué necesitaba una persona jurídica, etc. Pero no empezó por ahí. Empezó vendiendo y diseñando, diseñando y vendiendo. Su empresa ha crecido mucho y él gana varias veces más que lo que ganaba antes. Sabía lo que quería y no dudó.

Marcos, hace tres años me contó que había decidido mudarse a vivir a España. Empezó a dar todos los pasos necesarios. No hablaba ni evaluaba. Simplemente hacía. Finalmente renunció a su trabajo y hoy vive en Barcelona. Sabía lo que quería y no dudó.

Son muchos los ejemplos que muestran que el éxito se alcanza por la acción. Analizar en exceso sólo es una excusa cuando no te atreves.

Si de verdad quieres algo, ponte a ello. Escapa de la parálisis por análisis.