Podcast | Tres minutos basta | ¿Y qué le dirías a alguien que se siente defraudado?
Podcast | Tres minutos basta | ¿Y qué le dirías a alguien que se siente defraudado?

Ignacio Quintanilla

¿Y qué le dirías a alguien que se siente defraudado? Pide siempre lo que primero has dado. Sí. Le diría eso. Pide siempre lo que primero has dado.

Es que hacerlo de otra manera no funciona. ¿Cuántas veces has sentido que alguien te ha fallado?, ¿o que alguien no estuvo contigo cuando lo necesitaste?. Algunas, ¿verdad? Es frecuente que nos pase. Porque de manera natural, todas las personas esperamos recibir lo que damos. Y cuando no lo recibimos, sentimos que nos han fallado.

Y entonces me dirás…, no, yo siempre doy primero y pido después. Ah!, pero te olvidas de la ley de las compensaciones.

En la vida todo se autocompensa. Las cosas no funcionan uno a uno, sino en cadena. Me refiero a que si te portas bien con Pablo, Pablo se porta bien contigo…, pero también si te portas bien con Pablo, Luisa se porta bien contigo. Luisa y muchos más. Porque la vida devuelve lo que le das a la vida. Por eso es que a las buenas personas buenas cosas les suceden.

Hay una memoria colectiva que guarda todo lo que hacemos. Cuando hacemos cosas positivas por las personas, y cuando no las hacemos. Cuando somos confiables, y cuando no lo somos. Y mueve la ley de las compensaciones.

Cuando las ciudades eran pueblos y los pueblos eran caseríos, todos se conocían. Y todos sabían en quién se podía confiar y en quién no. Era tangible esa memoria colectiva. Ahora, en las ciudades grandes eso parece que ha cambiado, pero no. Porque en tu grupo de amigos, o en tu barrio, o en tu organización o en tu empresa, subsiste esa memoria colectiva. Y diferencia a unos de otros. Y da a los que han dado, aunque no pidan, y no da a los que no han dado aunque pidan.

Por ejemplo, piensa en esa persona que has visto que presenta como suyos los éxitos de otro. Piensa en esa persona que has visto que muestra como trabajo suyo el trabajo de otro. Aquel que en el power point no reconoce ni agradece el esfuerzo de otros. Bien. Ahora que tienes su nombre en tu mente, pregúntate cuánto estusiasmo te genera ayudarle a que triunfe.

Cambiemos de persona, piensa en ese compañero que siempre reconoce abierta y publicamente el trabajo de los demás y que nunca presenta como suyos los resultados de otro. Ahora que tienes su nombre en tu mente, pregúntate cuánto entusiasmo te genera ayudarle a que triunfe.

Y ahora piensa en ti. Los demás dónde te ponen.

Por la ley de las compensaciones, antes que pedir hay que dar. Cuando das, el resto viene. Pide siempre lo que primero has dado.