Cambio es la palabra del presente y del futuro. Y, desde que comenzó la pandemia, las empresas concentraron sus esfuerzos en desarrollar habilidades en sus trabajadores que les permitieran responder a la incertidumbre y los cambios. Hoy, no sólo se trata de sobrellevar el momento, sino de ser capaces de atender las nuevas prioridades del negocio y estar preparados para el futuro.

En este podcast, Gisella Benavente, CEO de Axia Consulting Group y especialista en estrategias corporativas y sostenibilidad, explica el proceso y el perfil de los líderes que necesitan las empresas para gestionar los constantes cambios y lograr transformaciones con éxito.

Benavente explica que los procesos de transformación involucran cambios en la estructura, en la cultura e implementación de nuevas tecnologías. “Esto genera un contexto sensible que requiere que sus líderes sean más cautelosos con lo que dicen y hacen”, señala.

La reciente encuesta global realizada por la consultora McKinsey revela que la proporción de compañías enfocadas en desarrollar la empatía y habilidades interpersonales se duplicó en 2020. Así también, señala que para lograr una transformación en las empresas se requieren 3 fases:

  1. Identificación: Consiste en comparar las habilidades con las que la empresa cuenta hoy y las que demandará a futuro teniendo en cuenta la estrategia y el modelo de negocio para identificar las brechas.
  2. Modelación: En esta fase la empresa define cómo es que va a cerrar las brechas. Dado que reasignar y capacitar son las acciones más comunes, en esta fase deben definir qué formatos usar, cómo llegarán al personal y la infraestructura que necesitan para su implementación.
  3. Cambio: Involucra la ejecución en toda la organización, implementando mecanismos para verificar que el equipo está realmente desarrollando las habilidades requeridas, que tienen estructuras en la organización adecuadas para el aprendizaje y sistemas para medir el impacto.

Benavente agrega que para lograr un cambio real la identidad, del sistema de valores y las capacidades, las empresas necesitan:

  1. Un propósito que oriente las decisiones estratégicas y la cultura, definiendo cuál es el valor que aporta la empresa a la sociedad más allá de la generación de ganancias.
  2. Revalidar el core del negocio, es decir, qué tanto se ha adaptado el modelo a los cambios y disrupciones del mercado.
  3. Crear nuevas fuentes de crecimiento, corroborando qué tan exitosa ha sido la empresa desarrollando nuevos productos, servicios, mercados o modelos, revisando qué porcentaje de las ganancias provienen de nuevas áreas de crecimiento.

Benavente explica que los líderes son clave en este proceso. Liderar transformaciones implica ayudar a la organización a trascender más allá de su actual posicionamiento, desempeño y capacidades.”Esto requiere pensamiento visionario, habilidad para resolver problemas y valor para tomar decisiones difíciles, aunque estas impliquen cerrar o vender los activos que alguna vez fueron el core del negocio”, precisa.

Los cambios en el mundo están impulsando que los trabajadores, clientes e inversionistas esperen de las empresas un rol más activo en relación a los temas sociales, ambientales y de gobernanza. “En este sentido, se necesitan líderes con nuevas habilidades capaces de sintonizar con la sociedad, pues la formulación de la estrategia de la empresa necesita considerar su impacto integral en el entorno como parte de un ecosistema más amplio al cual pertenece”, comenta.

Según el estudio de la consultora Michael Page sobre Habilidades 360 en América Latina para 2020, más del 60% de ejecutivos de la región considera que actualmente las vacantes son difíciles de cubrir debido a que el candidato no cumple con las habilidades blandas necesarias para el cargo.

Benavente explica que los líderes de esta nueva era deben tener la capacidad de regular sus impulsos y emociones en situaciones complejas y la habilidad para comprender lo que las demás personas están pensando o considerando hacer. “Un líder transformador está continuamente visualizando hacia donde se dirige la organización, anticipándose a las reacciones y cambios de sus trabajadores y clientes, y sobre todo, presta atención a lo que le está prestando atención”, puntualiza.

Y si bien está en la esencia de las empresas la generación de ganancias, ya no se trata únicamente de la generación de ganancias. Las empresas requieren impactar positivamente en la sociedad entendiendo que son parte de un sistema interdependiente, pues no existe actividad comercial sin intercambio. “Queda claro en este nuevo contexto las empresas requieren que sus líderes tengan la capacidad de entender e interpretar lo que es de mayor importancia y preocupación para las personas”, finaliza.