En el episodio de Dinámica Financiera de hoy, continuaremos con el tema de la evolución de los servicios legales, acompañados por Dario Bregante, Gerente Senior del área de Regulación Financiera y FinTech de EY Law, y Daniel Acevedo, Gerente Senior en EY Law y líder del área de práctica en Legal Operations para America Latina desde EY Colombia.
En el episodio anterior, se tocaron temas relacionados al rol actual del abogado y su función de arquitecto para la estrategia de una empresa. En el episodio de hoy, Daniel Acevedo nos comenta un poco más acerca del uso de la tecnología como aliada de la gerencia general.
La transformación digital es hoy una prioridad para todas las compañías. “A grandes rasgos: La tecnología, en general, permite automatizar tareas estructuradas que como humanos nos tomarían horas o días. En ese orden de ideas, si tenemos procesos de gestión muy bien estructurados en donde cada miembro del equipo jurídico sabe qué hacer y cómo hacerlo, la tecnología será un apalancador fenomenal para lograr que esa operación ya estructurada funcione aún mejor”, comenta Acevedo.
En el caso contrario, cuando no se cuenta con la operación organizada, lo más seguro es que la tecnología maximice el desorden que se tiene en el equipo jurídico y termine siendo peor cura que la enfermedad. No hay ningún proyecto exitoso de transformación digital que solo se trate de tecnología. Recalca que el orden a seguir debe ser el siguiente: Personas, procesos y luego las herramientas.
La automatización de contratos es un tipo específico de solución tecnológica que como su expresión lo indica, ayuda principalmente con la creación automática o semi-automática de documentos contractuales dados unos parámetros establecidos y un template o documento base. Es posiblemente una de las tecnologías más fáciles de aplicar y con mayor facilidad a la hora de analizar el retorno de la inversión.
La transformación digital en su función legal es, sin duda, uno de los tópicos más interesantes y que más se discute recientemente cuando hablamos sobre el futuro de la profesión, pero cuando se escucha el término Legal Design, el elemento “digital” hace que perdamos de vista que hay muchas otras formas, incluso -añade- más potentes, de transformar el ejercicio profesional del abogado y que nada tiene que ver con tecnología.
Legal design es, a grandes rasgos, la metodología encargada de unir las ciencias del Diseño y del Derecho con el fin de acercar mucho más la ley al usuario final. Un ejemplo claro de esto es la transformación que se puede dar a un documento con contenido jurídico, en el caso de un contrato, para que en lugar de verse y leerse como se ha hecho toda la vida, contenga elementos que le permitan a ese usuario final realmente comprender qué es lo que se contiene en dicho documento.
Daniel finaliza añadiendo que “el Legal Design no trata de “maquillar” o transformar cosméticamente un documento con contenido jurídico; se trata, principalmente, de estudiar cómo piensa el usuario final y re-diseñar el servicio jurídico, incluyendo el entregable final producido por tal servicio, para que sea fácil de comprender para ese usuario final”.