El ejercicio físico es clave para la salud mental. (Foto: iStock).
El ejercicio físico es clave para la salud mental. (Foto: iStock).

La nueva cuarentena está generando malestares psicológicos y emocionales en la población, que necesita poner en práctica ciertas estrategias para cuidar su salud mental. Algunas de ellas se detallarán en esta nota.

El psiquiatra Humberto Castillo, director general del Instituto Nacional de Salud Mental dijo a la agencia Andina que se pueden desarrollar algunas estrategias de afrontamiento preventivo para cuidar las emociones y la forma de responder a lo que ocurre alrededor.

El primer pilar de la terapia en salud mental es la actividad física. Es central para mantener una buena salud mental y va desde mantenerse ocupado hasta la idea de realizar ejercicios de relajación, que muchos ya han aprendido durante la pandemia”, manifestó.

Como recordó, para ello no se requiere de máquinas costosas o de un gran espacio, pues se puede hacer actividad física en todo lugar. “Lo que se requiere es hacer contracciones, relajaciones, estiramientos. Como hacía Bruce Lee, que estaba parado y estaba sudando a punta de contracciones y estiramientos. La línea física es clave y aporta un 30% en la reducción del sufrimiento mental”, agregó.

Terapia reflexiva

En segundo lugar están las reflexiones, es decir la terapia reflexiva, que es la base de la psicoterapia. Esto, añadió, tiene que ver con identificar lo que se siente y reflexionar sobre ello, conversar y buscar la calma.

“Mucha gente tiene un comportamiento terapéutico y empieza a mirarse hacia adentro y expresar lo que siente, tal cual. Del otro lado, se exige que la otra persona que acompaña este proceso se ponga en los zapatos del otro, debe imaginar lo que está viendo el otro”, expresó.

Lo importante aquí es el acompañamiento, sin juzgar ni buscar el alivio ajeno, porque dicha tarea es una responsabilidad personal.

“Lo antiterapéutico aquí es culpar a los otros, culpar a los demás de lo que me pasa, o negar las emociones, lo que estoy sintiendo. Tenemos que reconocer nuestras emociones y aceptar la emoción del otro. Reconocer nuestro miedo, nuestra tristeza, nuestra cólera y también reconocerlo en el otro y luego pensarlo críticamente”, añade.

Cuando alguien llora o está triste, resulta común que la otra persona se sienta en la obligación de calmar su tristeza o su llanto y no tiene por qué hacerlo. “Eso es contraproducente. Solo debe acompañarlo en su dolor, en el proceso de encontrar la causa de su molestia o sufrimiento”.

Fármacos

Por último, el psiquiatra sostuvo que el tercer pilar de la terapia en salud mental es la farmacología,  pero no enfocado en los calmantes. “El soporte será sobre todo los antidepresivos, los reguladores del cerebro que logran calmar, replantear, reparar nuestras estructuras emocionales dañadas”.

El director general del Instituto Nacional de Salud Mental recordó que el cerebro es “una máquina bioquímica que tiene que repararse bioquímicamente y eso no es malo”. Es fundamental que esta intervención se desarrolle bajo supervisión médica, enfatizó.

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