El último reporte de la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) estima que el evento del Fenómeno El Niño costero continuaría hasta fines de verano, pero ahora son más probables las condiciones cálidas débiles. Esto pronosticaría que el fenómeno se debilita, lo que podría dar pase al Fenómeno La Niña costera.
De acuerdo con Abraham Levy el nuevo pronóstico oficial del Enfen destaca que El Niño será débil.
“Pronóstico mes a mes muestra a marzo con mayor probabilidad de que predomine el escenario neutral. Solo lluvias moderadas como riesgo para el norte, principalmente este mes. Aparece el escenario de La Niña en el horizonte”, agregó el especialista en temas climáticos en sus redes sociales.
Cabe aclarar que un escenario de ocurrencia de La Niña, todavía es de baja probabilidad (ver cuadro). No obstante, la ocurrencia de La Niña costera débil aumenta de probabilidad hacia mayo (21%) y junio (22%).
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¿Qué implica la presencia de La Niña en el Perú?
La Niña y El Niño son las dos fases opuestas de un mismo patrón meteorológico, que se conoce como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS).
El ENOS es un fenómeno natural de anomalía de la temperatura superficial del océano Pacífico ecuatorial, que tiene consecuencias importantes para el clima alrededor del planeta.
El Niño es la fase cálida, y suele aparecer primero.
En tanto, La Niña ocurre cuando pasa el fenómeno contrario: cuando los alisios son muy fuertes, se refuerza la subida del agua fría profunda en la zona ecuatorial y la temperatura del mar cae por debajo de lo normal.
Por esto La Niña es considerada la fase fría del fenómeno.
De esta manera La Niña costera va asociada a un enfriamiento a gran escala de las temperaturas de la superficie oceánica en zonas ecuatoriales del Océano Pacífico, lo que asociado a cambios en vientos, presión atmosférica y lluvias en la zona suele conllevar enfriamientos de temperaturas, de forma inversa al fenómeno El Niño.
La Niña ocurrió en el 2018: ¿qué causó?
Para el verano de 2018, se lanzó una alerta del desarrollo de un evento de La Niña costera.
Esta Niña costera se consideró, en aquella oportunidad, la fase final del evento de La Niña global 2017-18, evento que duró desde septiembre de 2017 hasta abril de 2018 y que tuvo la calificación de Niña débil. Esta Niña global no afectó significativamente la costa peruana, hasta que se desarrolla La Niña costera de 2018, la cual duró de marzo a agosto de ese año.
La Niña costera produjo uno de los inviernos más fríos que ha afectado todas las regiones del Perú. En Lima, cuya temperatura mínima media es de 15 °C, bajó a 13 °C; y en la costa norte (Piura y Lambayeque) se presentaron los mayores descensos anómalos.
Un fenómeno La Niña costera, puede tener efectos devastadores en el sector agrario, si es que no se toman las medidas de prevención a tiempo.
Asimismo puede propiciar sequías más intensas, lo que puede incidir negativamente en cultivos en la costa y la zona andina.
En el caso de la pesca, La Niña costera más bien favorecería la recuperación de la biomasa de la anchoveta en nuestro mar, que abunda en aguas más frías.
La presencia de La Niña costera, sumada a los friajes (vientos fríos del sur) aumentaron las precipitaciones y heladas que produjeron unos 700 fallecidos en los andes peruanos, además de ocasionar la muerte unos 30,000 animales de uso ganadero.
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