La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) considera necesario alertar a la comunidad universitaria, la comunidad médica, la opinión pública y la ciudadanía en general los riesgos que se ciernen sobre los procesos de licenciamiento en curso de los programas priorizados de medicina que esta institución lleva a cabo desde el año 2019.
El dictamen aprobado en primera votación del proyecto de ley 697 de la Comisión de Educación del Congreso modifica el artículo 15 de la Ley Universitaria y suprime la facultad de la Sunedu de aprobar o denegar el licenciamiento de facultades, escuelas y programas de estudio. Asimismo, suprime la facultad de la Sunedu de revisar y actualizar periódicamente las condiciones básicas decalidad, es decir, los estándares que deben cumplir las universidades para obtener y renovar sus licencias.
La Superintendencia ha desarrollado acciones para asegurar que las universidades garanticen condiciones para el adecuado desarrollo de procesos de enseñanza-aprendizaje, fomenten y desarrollen investigación, que cuenten con laboratorios debidamente equipados, entre otros requerimientos del programa de medicina. Así, esta evaluación contribuye a mejorar la adecuada provisión de los servicios de salud y favorecerá la calidad de vida de la ciudadanía.
A la fecha la Sunedu ha licenciado 7 programas de Medicina (5 en Lima y 2 en regiones), que cuentan con un total de 5,985 estudiantes, de la misma manera ha identificado brechas de calidad en otros 10 programas a los que se les ha otorgado un plazo de adecuación con la finalidad de que puedan desarrollar las acciones de mejora correspondiente para demostrar el cumplimiento de las condiciones establecidas para este programa.
La supresión de la facultad de la Sunedu de evaluar las condiciones básicas de calidad del programa de medicina, afectaría a cerca de 40 mil estudiantes de los programas que se encuentran actualmente en adecuación, de aquellos que se encuentran en evaluación, así como los de los que están por iniciar su evaluación, dado que, sin esta regulación no se podrá garantizar que estos estudiantes recibirán un servicio educativo de calidad.
Suprimir el licenciamiento de los programas priorizados agudizaría las brechas en la formación de los estudiantes de medicina, constituyendo un grave retroceso, no solo en la reforma universitaria, sino también en los esfuerzos por mejorar el sistema de salud de nuestro país.