Cuando se desarrolla un nuevo emprendimiento, el fundador o fundadores deben elegir qué tipo de sociedad empresarial deben constituir, la cual será registrada en Sunarp. ¿Cuál será la mejor opción?
Al respecto, los especialistas recomiendan optar por una Sociedad Anónima Cerrada (SAC), pues resulta más flexible para cumplir con sus requisitos de funcionamiento y da más posibilidades de acceder a un futuro financiamiento.
Las SAC se constituyen con 2 a 20 accionistas, el contar con un directorio es potestativo y se permiten las reuniones virtuales, refirió Carlos Enríquez, asociado senior del área corporativa del estudio Miguel Mur & Abogados. “La SAC es la más recomendable para cualquier tipo de emprendimiento”, remarcó.
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En ello coincidió Luis Sarango, abogado corporativo y director del área legal de la consultora SASEL Consulting. Refiere que en la SAC el capital de la empresa está constituido por acciones. Mientras que en una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) el capital está constituido por participaciones, ¿Qué implica ello?
Sarango explica que en una SAC un accionista puede usar sus acciones para obtener un préstamo, algo que no se puede en una SRL. “En una SAC puedo poner mis acciones en prenda como garantía para un crédito. Si no pago, se quedan con mis acciones. Esto no se puede hacer con las participaciones en una SRL”, precisó.
Sarango agregó que los socios suelen optar por una SRL cuando no quieren tener ningún riesgo de que en el futuro un tercero ingrese a la empresa en caso de que uno de los socios no pague su deuda.
“Para dejar entrar a un tercero tendría que haber un acuerdo entre todos los socios. La SRL protege a la empresa de un futuro endeudamiento contra terceros”, anotó Sarango.
“Las SRL son usadas sobre todo por estudios de abogados, estudios contables, o en empresas donde al socio le interesa que la transferencia de acciones no sea fácil, pues se busca resguardar en extremo la propiedad de la empresa”, refirió por su parte Carlos Enríquez.
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El especialista aclara que en cualquier tipo de sociedad que se escoja el patrimonio personal de los socios estará protegido. “A veces se piensa que eso solo se da con la SRL, pues el término genera esa confusión, pero esa protección del patrimonio de los socios se da en todas las formas de sociedad. Por ejemplo, en la SAC la sociedad también asume la responsabilidad solo con el capital de la empresa, no con el patrimonio personal”, subrayó.
Pero cuando el emprendimiento es de una sola persona, la normativa no permite que se constituya una SAC. En esos casos, la persona tendría que optar por una Empresa Individual de Responsabilidad limitada (EIRL.).
Enríquez recomienda que la constitución de una EIRL sea temporal, pues tendrá más posibilidades de acceder a créditos y expandirse si se transforma en SAC. “Lo que hacen algunos, si se requiere de un socio, es recurrir a un familiar o al abogado de la empresa; se le da una acción, y así se cumple con el requisito de ser una SAC”, anotó.
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Otras opciones societarias, dirigidas para empresas de mayor tamaño, son la Sociedad Anónima (SA), conformada por dos o más socios. Aquí las acciones pueden cotizar en la Bolsa de Valores. Y es obligatorio que la empresa conforme un directorio.
En el caso de la Sociedad Anónima Abierta (SAA) se requiere contar con un mínimo de 750 socios. Las acciones también pueden cotizar en bolsa y se requiere conformar un directorio.
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