
La Fuerza Aérea del Perú (FAP) presentó oficialmente dos sistemas de aeronaves no tripuladas desarrollados en el país: el dron de ala fija Ricuk y el multirrotor Hexacopter. Ambos fueron diseñados con fines de vigilancia, reconocimiento, seguridad y apoyo logístico en zonas de difícil acceso.
Durante la misma jornada, se destacó además el papel del satélite PerúSat-1 como herramienta clave en las operaciones contra actividades ilícitas como la minería y tala ilegales.
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Ricuk: observación aérea con autonomía extendida
El Ricuk es un dron de ala fija con una autonomía de vuelo de hasta una hora y 50 minutos. Requiere un terreno adecuado para el despegue y ha sido pensado para misiones de reconocimiento, vigilancia fronteriza y patrullaje sobre áreas sensibles.
Su estructura aerodinámica le permite cubrir grandes extensiones de terreno con eficiencia energética, mientras que sus sensores capturan imágenes y video en tiempo real.

- Autonomía: alrededor de 1 hora con 20 a 50 minutos.
- Alcance: hasta 15 km desde la base de control; techo de vuelo entre 400 y 500 metros.
- Sensores: cámara electro‑óptica 10x, captura imagen y video en alta definición, transmite en tiempo real.
- Diseño: estructura en fibra de carbono, lanzamiento manual, aterrizaje en terrenos no preparados, y paracaídas de emergencia.
Fabricado en instalaciones peruanas, el Ricuk emplea materiales livianos como fibra de carbono y cuenta con sistemas de aterrizaje asistido, incluyendo paracaídas para situaciones de emergencia.
Ha sido utilizado en operativos de monitoreo ambiental, control de zonas fronterizas y tareas de apoyo en emergencias.
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Hexacopter: versatilidad en zonas de acceso limitado
El Hexacopter es un dron de ala rotatoria que no necesita pista de despegue. Puede despegar y aterrizar verticalmente en espacios reducidos, lo que le permite operar en entornos urbanos, rurales o selváticos con igual eficiencia. Tiene una autonomía de hasta 50 minutos, ajustable según la carga útil y las condiciones de vuelo.
Además de tareas de vigilancia y reconocimiento, este modelo permite transportar medicamentos u otros insumos ligeros a zonas con acceso restringido. También es utilizado para delimitar terrenos y realizar vuelos fotogramétricos o de inspección técnica.

- Autonomía: hasta 50 minutos aproximadamente.
- Despegue vertical: no necesita pista; despegue y aterrizaje en espacios reducidos (menos de 4 m²).
- Carga: puede transportar entre 3 kg (sensor, medicamentos) y equipos para delimitación de terrenos.
- Estabilidad: operable todo el día y en altura (hasta 6 000 m s. n. m.) gracias a calibración local y RTK .
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Desarrollo y sostenibilidad
Ambos drones fueron desarrollados por el Centro de Investigación y Desarrollo de Proyectos de la FAP. Su construcción responde a una estrategia institucional de fortalecimiento tecnológico con producción nacional, lo que permite reducir costos operativos y garantizar el mantenimiento local.
Aunque no se han difundido cifras oficiales sobre el costo de producción, el uso de componentes nacionales y el ensamblaje propio han permitido mantener la sostenibilidad técnica.
Los costos de mantenimiento están vinculados principalmente al recambio de baterías, sensores y calibración periódica de los sistemas de navegación.
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Complemento satelital con el PerúSat-1
Durante la presentación también se puso en relieve el uso estratégico del PerúSat-1, satélite lanzado en 2016, cuya capacidad de observación submétrica ha sido crucial en la detección de actividades ilícitas en zonas remotas del país.
Gracias a sus imágenes de alta resolución, se ha logrado identificar campamentos ilegales, áreas deforestadas y pistas clandestinas, especialmente en regiones como Ucayali, Madre de Dios y Amazonas.
El trabajo conjunto entre sistemas aéreos no tripulados y el satélite permite una cobertura más precisa y permanente del territorio nacional, fortaleciendo las capacidades del Estado en seguridad, control ambiental y respuesta ante emergencias.