
En el Perú, más de 26 millones de personas utilizan activamente redes sociales, lo que representa más del 75% de la población nacional conectada, según cifras publicadas por Statista. Estas plataformas han dejado de ser simples espacios de entretenimiento. Cada vez más influyen en la forma en que los peruanos descubren, validan y eligen productos y servicios. Su influencia se ha expandido al punto de convertirse en una pieza clave del proceso comercial.
De acuerdo con una encuesta de Kantar Ibope Media, el 60.7% de los usuarios digitales ha leído recomendaciones de otros consumidores en redes sociales y un 22.1% ha compartido sus propias reseñas o comentarios. Esta validación social -amplificada por comunidades digitales- está marcando el rumbo de la conversión, incluso más que los anuncios pagados.
“Las personas no solo se informan a través de las marcas, sino que confían en lo que otros usuarios experimentaron antes que ellas. Esa dinámica hace que la conexión entre usuarios tenga un peso muy fuerte en la etapa de decisión. Por eso, cada vez resulta más relevante para las marcas diseñar estrategias que integren esa conversación, y no solo se limiten a difundir mensajes propios”, señala Willard Manrique, especialista en Dirección Comercial por el PAD.
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Este fenómeno es especialmente visible entre los perfiles más digitales -millennials, Gen Z, geeks y usuarios categorizados como “totalmente conectados”-, quienes acceden diariamente a redes sociales (en el caso de millennials, la cifra alcanza el 44.8%) y lo hacen principalmente desde sus smartphones. El uso móvil no solo marca el acceso, sino que también define el diseño de experiencias: el 33.4% accede a redes desde su celular, según la misma fuente.
El contenido visual se ha convertido en el núcleo del engagement (entendido como el nivel de interacción y conexión que logran generar las marcas con su audiencia). Según cifras recogidas por la consultora, ver fotos o videos es la actividad más común en redes sociales (51.4%), y entre los millennials esta cifra se eleva al 55.5%.
Además, un 24.3% de los usuarios publica contenido propio y un 13% utiliza su celular para grabar. Para las marcas, esto representa una oportunidad clave para activar contenido generado por los propios usuarios -conocido como User Generated Content (UGC, por sus siglas en inglés)-, una estrategia que permite conectar de forma orgánica y auténtica con otros consumidores.
En paralelo, un 61.3% de los peruanos declara que consulta redes para informarse. Esto convierte a plataformas como Instagram, TikTok o YouTube en medios de referencia, incluso en rubros que históricamente pertenecían al terreno editorial. La audiencia busca claridad, utilidad y cercanía. Las marcas que sepan ofrecer contenido educativo o contextual (como tips, comparativas o storytelling de valor) tienen más probabilidades de construir confianza.
Por otro lado, la preferencia por plataformas visuales se refuerza con los datos: TikTok alcanza a más del 99% de la población adulta peruana -según datos publicados en la plataforma DataReportal-, mientras que YouTube tiene una cobertura publicitaria del 55.5%.
En contraste, redes como Facebook o Twitter muestran tasas de abandono superiores al 30% entre los más jóvenes. El especialista explica que el consumidor peruano digital se ha vuelto más exigente, rápido y selectivo.
“El 44.6% revisa redes apenas despierta y un 29.9% se siente abrumado por la sobreinformación, según datos recogidos por Kantar. En este escenario, la estrategia no puede ser saturar, sino aliviar. Las marcas deben elegir bien qué decir, cómo decirlo y, sobre todo, cuándo callar. En lugar de competir por atención, hoy se compite por relevancia. En un ecosistema donde el algoritmo decide, pero el usuario valida, la única fórmula sostenible es generar valor real”, puntualiza.
La lógica de consumo ha empezado a orientarse más a lo inmediato, lo visual y lo cercano. Frente a eso, las marcas tienen que replantear cómo se vinculan y qué tipo de contenido pueden ofrecer para mantenerse dentro del radar de su audiencia. Ya no se trata solo de estar presente, sino de tener un rol útil en la vida digital de las personas.