Las importaciones del sector salud han tenido una serie de retrasos en los primeros meses del año, no solo por demoras en la fabricación ante el incremento de la demanda, también por problemas en el suministro.
En marzo de este año, el canal de Suez (Egipto) estuvo bloqueado por un barco atravesado causando una retención de mercancías por el valor de unos US$ 9,600 millones diarios, según el servicio de análisis Lloyd’s List. Eso provocó que 230 barcos estén a la espera de cruzar, provocando millonarias pérdidas para el transporte marítimo.
Esta y otras razones, provocó que los importadores empiecen a realizar envíos por avión, lo cual generó un incremento en los costos en los productos sanitarios, explica a Gestión.pe, Sandro Stapleton, presidente del gremio de salud (Comsalud) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
“Desde China el costo por avión costaba entre cinco a siete dólares por kilo. Ahora están cobrando entre veintitrés y veinticuatro dólares. Aquellos que parten desde Estados Unidos, también. Como han restringido muchos vuelos, lo que antes costaba dos dólares, ahora está cuatro. Hay un incremento en el transporte de casi el 50%”, sostuvo Stapleton.
El alza en el tipo de cambio es otro problema que viene atravesando el sector desde las últimas semanas. Si bien el precio del dólar cerró a la baja el último martes, en abril tuvo picos históricos, afectando los niveles de compras desde el exterior en el país.
“El problema no es para las importaciones porque a los proveedores se les paga en dólares la mayoría de dispositivos médicos como los del COVID-19, pruebas moleculares, rápidas o antígenos. En cambio, cuando las vendemos al Estado, el precio aumenta un 10% porque ellos hacen las compras en soles”, explicó.
Añade que las compras del Estado se manejan con el costo histórico, lo cual hace difícil negociar porque si antes pagaban S/ 10 por un implemento, ahora será S/ 11.
“El dólar ha subido, afecta a todos y no lo quieren aceptar. Ello nos perjudica porque el 95% de dispositivos médicos y 50% de medicinas se importa. Hay productos que son para tratamientos y no se pueden reemplazar muchas veces”, refirió.
Menos implementos
Stapleton señala que actualmente se está comprando menos implementos médicos y productos para la salud que años anteriores porque tanto Essalud como el Ministerio de Salud han priorizado adquirir elementos para combatir la COVID-19. Sin embargo, los aparatos para cirugías y otros tratamientos están más contraídos.
“Ese es otro problema porque si traigo material para una licitación de doce meses y solo compran tres, los demás debe ir al almacén. Son productos que tienen fecha de vencimiento, no pueden esperar uno o dos años para su entrega. Ese es un indicador de lo que está pasando en los hospitales, si no están comprando, cómo atienden a la gente”, detalla.
Argumentó que, debido a esta situación, los precios de productos médicos se han incrementado un 10% a pesar que en los últimos años estos se han mantenido estables. Sin embargo, resalta que los plazos de entrega vienen siendo más rápidos que el año pasado. Si bien todavía al ritmo normal, los traspasos solo tardan entre siete a diez días adicionales. Aun así, presagia que, si el dólar vuelve a los niveles pasados, la situación será más positiva.
El valor FOB de las medicinas creció un 18%, mientras que el material médico 41% entre enero y abril a comparación del mismo periodo del año pasado. No obstante, el reporte de la CCL menciona que el número de unidades importadas se mantuvo.
“Algunos precios han subido porque hay escases de materias primas para elaborar guantes y mascarillas para la COVID-19. Eso provocó que eleven su precio entre 25% y 30%, mucho más que el resto de productos”, precisó.