Esta semana, Wilfredo Oscorima, gobernador regional de Ayacucho acaparó los medios de comunicación al ser testigo en el proceso de investigación contra la presidenta Dina Boluarte y el sonado caso Rolex. Ahora, un nuevo cuestionamiento encienden las alarmas, al conocer que una empresaria cercana al funcionario adjudicó al proyecto de construcción de un comedor por S/ 22 millones al consorcio Bicentenario I.
Según el dominical Cuarto Poder, se trata de la empresaria Esperanza Rojas, quien el 23 de febrero de este año, el Proyecto Especial Legado, encargado de la organización de los Juegos Bolivarianos en Ayacucho, adjudicó el proyecto de construcción de un comedor dentro de la universidad de la ciudad por dicho monto, representado por la también presidenta del partido político Wari Yaqta, que llevó a Wilfredo Oscorima a la gobernación regional de esta localidad.
“Es cierto que los S/ 22 millones no provienen del gobierno regional, pero sí del gobierno central, es decir, de la gestión de la presidenta Dina Boluarte, amiga de Wilfredo Oscorima”, se escucha en el informe periodístico.
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Cabe mencionar, que según el dominical, Esperanza Rojas contó que luego de unas reuniones con Wilfredo Oscorima, ganó la licitación para elaborar el expediente técnico para construir estos cuatro colegios.
Cuestionamientos
Elizabeth Prado, quien se desempeñó como consejera en el Gobierno regional entre el 2019 y 2022, contó a Cuarto Poder los cuestionamientos que tiene Rojas por trabajos incompletos en donde la población ayacuchana se mostró en desaprobación.
De acuerdo a su relato, le tocó fiscalizar las dos gestiones de Wilfredo Oscorima. En su investigación detectó, primero, cuatro colegios donde Esperanza Rojas estaba involucrada a través del padre de sus hijos. Prado calcula que esos cuatro colegios tuvieron una inversión inicial que suman cerca de 50 millones de soles. Ella asegura que la mayoría de colegios, a la fecha, no han sido entregados al 100% a la población. Además, destacó que “el expediente técnico estaba mal hecho”.
Esperanza Rojas se defendió ante esta acusación y aseguró que los expedientes técnicos estuvieron bien hechos. “Dice que ella no tuvo nada que ver en la construcción y que la responsabilidad es de otros”.
Prado sostiene que las obras inconclusas se basan en una piscina que no pueden usar porque es muy profunda para los niños, pasando por un sistema de agua potable deficiente. Además, de un sistema eléctrico que los ha obligado a que cada profesor compre su propio enchufe para adaptarlo a un sistema de energía que no se usa en el Perú.
También destacó otras deficiencias en los proyectos de la empresaria política, por lo que se le cuestiona sus proyectos.
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