Percepción. Solo el 20% cree que el actual Gabinete es mejor que el que conformó Martín Vizcarra.
Percepción. Solo el 20% cree que el actual Gabinete es mejor que el que conformó Martín Vizcarra.

Francisco Sagasti lleva 23 días al frente de la Presidencia, tres ministros del Interior en ese periodo, así como 18 pases al retiro de generales en la Policía y un tren de renuncias en la misma institución.

El Gobierno sostiene que los cambios en la PNP son parte de un proceso de reforma, que parece iniciado tras las protestas de noviembre. Para el 46% dicho proceso no provocará ningún cambio, según se revela en la última encuesta nacional de Datum. Esta postura se eleva a 52.6% en el segmento C y a 46.9% en el A/B. En el caso de las regiones, esta percepción llega a 48.4% en el norte.

Un 12% es menos optimista, pues considera que dichos cambios empeorarán el accionar policial. Así lo cree, sobre todo, el segmento D/E, con 13.4%, así como el 13% del norte y oriente del país.

Solo un 32%, es decir solo uno de cada tres peruanos, confía en que la reestructuración mejorará el accionar de la Policía. Esta sensación se ubica, en mayor medida, en el 37.2% del nivel A/B y en el 36.2% del D/E, así como en el 36% de Lima y el oriente.

¿Puede ser mejor?

El 68% respalda la decisión del jefe de Estado de no incorporar a los 18 generales que dio de baja y que provocaron la primera crisis de su Gobierno. El mayor apoyo a esta postura de Sagasti proviene de los estratos C y A/B, con 74% y 73%, respectivamente, así como del 70.7% del sur. Hay un 23% que rechaza la determinación del presidente.

Otra medida que es aprobada es el anuncio del Ejecutivo de que los cargos administrativos de la Policía sean ocupados por personal civil. Un 59% señala que la apoya e incluso se dispara a 75.3% en el sector A/B y al 66.3% de los limeños.

Un 27% de los peruanos está en contra. En este caso, la mayor oposición proviene del sector D/E, con 26.3%, y del 36.6% del oriente.

Aprobado y estrenado

En el breve tiempo en que Francisco Sagasti ocupa la Presidencia, el 46% de los peruanos sostiene que aprueba su labor. La popularidad más alta del mandatario se registra en el nivel socioeconómico A/B, con 59%, y en el C, con54%. En el caso de las regiones, el registro más alto está en Lima, con 54%, y en el sur, con 47%.

En la otra vereda, el 27% desaprueba la labor de Sagasti en el Gobierno. Es el segmento D/E el que se muestra más crítico, con 27%, así como el centro, con 36%.

Llama la atención un dato: el 9% no conoce al presidente. Es más, este grupo llega a 16% en el oriente.

Comparados

La aprobación de Sagasti no alcanza a la de sus antecesores. Pedro Pablo Kuczynski arrancó su labor en la Casa de Pizarro con 59%, en julio del 2016.

El expresidente Martín Vizcarra inició con una aprobación más alta, pues esta era de 55% cuando asumió la Presidencia, en marzo del 2018.

Relación y acción

El 38% sostiene que la relación que mantendrá el Ejecutivo con el Congreso será de diálogo. Este optimismo es mayor en el segmento D/E, con 40.7%, así como en el 42% en Lima y en el norte.

No obstante, para el 46% de los peruanos habrá enfrentamiento entre ambos poderes, como ha sucedido en los últimos años con intentos de vacancia e incluso con la salida de Vizcarra. Este escenario de choque llega hasta el 51% del sector A/B y al 58.8% en el sur.

¿Y cómo le va al Congreso? El 72% de los ciudadanos rechaza la labor del Parlamento; en octubre era el 59%. El más alto rechazo al Legislativo proviene del A/B, con 86.75, y del 77.4% del segmento C, así como del 75.5% del sur.

Para el 44% el nuevo Gabinete tendrá un desempeño similar al de sus antecesores. Un 20% sostiene que será peor y solo un 15% lo ve mejor. Este grupo es mayor en el nivel socioeconómico A/B, con 24%, y en Lima, con 20%, de los entrevistados.

Poquita fe

Enrique Castillo, periodista

El gobierno de transición genera muy poca expectativa, o entusiasmo. La población no le tiene mucha fe.

Quizás tiene que ver con la seguidilla de crisis que hemos vivido en los últimos meses. O puede tener relación con la poca confianza y escasa credibilidad que generan las promesas de políticos sobre cambios para mejorar, de búsqueda de consenso, de inclusión, o de atender demandas de la población.

Pero no se puede negar que también tiene que ver con lo que este gobierno ha hecho o ha dejado de hacer –dichos, decisiones, gestos, contradicciones- en muy poco tiempo (y a veces el mismo día).

La composición del gabinete –diferente a la ofrecida- no genera confianza en una población que cree que estaremos igual o peor con los actuales ministros. La reestructuración de la Policía, lo más notorio –aunque no necesariamente bueno- que ha hecho –¿y que hará?- este gobierno, tampoco genera entusiasmo, aunque si muchos problemas. Sobre la relación Ejecutivo-Congreso, las cosas –según la población- no cambian, ni cambiarán. Si el Presidente y el Ejecutivo no revisa y analiza lo que ha hecho y a qué se enfrenta, no podrá mejorar su actuación, y esa poquita fe será en desconfianza y rechazo.