Las ondas expansivas de los turbulentos primeros 100 días en el cargo del presidente de izquierda del Perú están llegando hasta las gigantescas minas de cobre del país.
El miércoles, manifestantes en la provincia de Cotabambas reanudaron los bloqueos en una carretera utilizada por la mina Las Bambas de MMG, después de que el gobierno no envió a altos funcionarios a discutir sus demandas.
Las operaciones en la mina Antamina de BHP Group han permanecido detenidas durante más de una semana en medio de bloqueos de carreteras, mientras que un grupo de manifestantes prendió fuego a las instalaciones de la empresa minera Apumayo a fines del mes pasado.
En momentos en que el presidente Pedro Castillo lidia con facciones opuestas dentro de su propio partido y gabinete, algunas de las tensiones sociales para las que fue elegido para resolver están creciendo entre las comunidades a lo largo del llamado corredor minero del Perú.
“Una lucha de poder entre Perú Libre, Castillo y algunos ministros está impidiendo al Ejecutivo de manejar adecuadamente el conflicto social”, dijo el analista de BTG Pactual, Cesar Perez-Novoa.
Sin duda, las tensas relaciones comunitarias han caracterizado el surgimiento de Perú como un importante productor de cobre y zinc. Quienes viven cerca de las minas tienden a beneficiarse más directamente a través de los empleos y la infraestructura. Pero esos beneficios son menos evidentes para las personas que viven más lejos, que dependen de la participación de diferentes niveles de Gobierno.
Con la agitación del gabinete, incluido un cambio de primer ministro y ministro de minería, y un parlamento hostil, Castillo se encuentra al límite en términos de resolver los problemas locales.
Sin embargo, fue la llegada de funcionarios de bajo nivel, en lugar del nuevo ministro, lo que molestó a los líderes comunitarios de Challhuahuacho en las conversaciones de esta semana. Ahora, si el propio Castillo no se presenta, podrían extender la protesta de 48 horas por tiempo indefinido, dijo por teléfono Víctor Limaypuma, quien encabeza el Frente de Defensa de Cotabambas. Eso podría terminar restringiendo los envíos de cobre desde Las Bambas, una importante mina.
El creciente malestar social está erosionando la confianza de los inversionistas, señaló Raúl Jacob, titular de la sociedad minera del Perú, y añadió que el Gobierno tendrá que ser más proactivo para resolver estas protestas.