Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

BEIRUT,(Reuters).- El presidente sirio, Bashar al-Assad, participó el domingo en la festividad musulmana del Eid en una mezquita de Damasco, mostró la televisión estatal, en su primera aparición en público desde un atentado del mes pasado en la capital en el que murieron el ministro de Defensa y otros tres funcionarios de seguridad.

Assad, que afronta una rebelión que comenzó hace 17 meses, estaba acompañado por su primer ministro pero no por su vicepresidente, Faruk al Shara, cuya supuesta deserción fue negada por el Gobierno el sábado.

Su Gobierno se ha visto golpeado por el ataque del 18 de julio y las deserciones, contando la de su último primer ministro, y las apariciones de Assad se han reducido a imágenes televisivas suyas durante actividades oficiales.

Recientemente, fue visto tomando el juramento de su nuevo primer ministro una semana atrás.

La guerra civil de Siria se ha intensificado desde el audaz ataque que mató a los miembros del inaccesible círculo cercano de Assad, incluyendo a su ministro de Defensa y cuñado.

Con los esfuerzos diplomáticos por terminar con la guerra empantanados por divisiones entre las potencias mundiales y rivalidades árabes, Siria vive un conflicto que podría desestabilizar a Oriente Medio con luchas sectarias, enfrentando a una oposición mayormente musulmana suní y la minoría alauita a la que pertenece Assad.

En las imágenes de la televisión, Assad permaneció sentado con las piernas cruzadas durante un sermón en el que Siria fue calificada como víctima de una conspiración de Estados Unidos, Israel, Occidente y Estados árabes que no "derrotará nuestro Islam, nuestra ideología y nuestra determinación".

Las oraciones de Eid marcan el fin del mes sagrado islámico Ramadán.

Entre los asistentes estaban el ministro de Relaciones Exteriores, Walid al-Moualem y el primer ministro Wael al-Halkim, quien reemplazó a Riyad Hijab, un suní que se unió a la oposición desde su deserción el 6 de agosto.

Hijab es el funcionario de más alto nivel de Siria que ha desertado del Gobierno hasta ahora. Reportes del sábado indicando que Shara, un suní, había intentado huir a Jordania fueron negados por el Gobierno.

"Faruk al Shara no ha pensado ni por un momento en dejar el país", citó la televisión estatal un comunicado de su oficina. Shara, cuyo primo – un funcionario de inteligencia – anunció su deserción el jueves, es un suní de la provincia de Derá, donde comenzó la revuelta contra Assad.

Misión imposibleEl comunicado estatal también añadió que Shara saludó el nombramiento del veterano diplomático argelino Lajdar Brahimi como nuevo mediador internacional para Siria.

Brahimi, que dudó durante unos días antes si aceptar un cargo que el enviado francés ante la ONU Gerard Araud describió como una "misión imposible", reemplazará al ex secretario general de Naciones Unidas Kofi Annan, quien abandona el puesto a finales de mes.

El plan de seis puntos de Annan para detener la violencia y avanzar a través de negociaciones políticas se basaba en un acuerdo de cese al fuego sellado en abril, pero que nunca fue aplicado. El conflicto se ha intensificado desde entonces puesto que ambos bandos han incrementado la ferocidad de sus ataques.

Las fuerzas de Assad han recurrido cada vez más a su poderío aéreo para contener a los pobremente armados insurgentes en Damasco y Aleppo, la ciudad más grande y el centro financiero de Siria. Más de 18.000 personas han muerto en la revuelta siria y unas 170.000 huyeron del país, según Naciones Unidas.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos reportó que más de 190 sirios murieron el sábado, 62 de ellos en Damasco y en lugares aledaños, a causa de un bombardeo de las fuerzas del Gobierno. La cifra no pudo ser confirmada independientemente.