Una veterinaria anunciando que “no se atenderán a comunistas” durante las elecciones del 2021 o las recientes agresiones físicas a políticos como Yonhy Lescano, son -lamentablemente- muestras de la alta polarización que vive el Perú, un fenómeno social que se ha fortalecido en los últimos cuatro años y que ya no solo está presente durante la contienda electoral, sino que perdura.
Si en el 2014 la mayoría de peruanos se autodenominaba de centro, a partir del 2017 los extremos ideológicos -extremo derecha e izquierda extrema- se han acentuado. En el 2021 la evidencia es más clara: un 10% de los peruanos se reconoce como de extrema izquierda y un 15% de extrema derecha, de acuerdo al análisis de Carlos Meléndez, socio de 50+1 Grupo de Análisis Político.
El análisis, elaborado con información de la encuesta de opinión de Lapop, también revela que, de una escala del 1 al 10, donde 1 es más de izquierda y 10 más de derecha, Perú pasó de una media de 5.42 en el 2019 a 5.9 en el 2021, el más alto de los últimos años. Es decir, la media se ha movido ligeramente más a la derecha (ver cuadro).
Esta tendencia estaría explicada por varias “capas”, empezando por la confrontación entre las élites del oficialismo y oposición respecto al sistema económico, a las posturas sobre el comunismo y el liberalismo. El clima de oposición entre el Ejecutivo y el Legislativo -pedido de vacancia y cierre de Congreso- es otro factor que ha influenciado en la postura de los peruanos.
No menos importante es el factor de los discursos antiinmigración -contra venezolanos, principalmente- que se han endurecido en el país por grupos conservadores.
Ideología en Lima
Lima, con tres candidatos que se disputaron el sillón presidencial este año -Keiko Fujimori, Rafael López Aliaga y Hernando de Soto-, se ha derechizado en el último año con una media que se ubica en 6.1, albergando principalmente a la extrema derecha (ver gráfico).
“Creo que el nivel de derechizados en Lima se explica más por las divisiones socioeconómicas y alentado por discursos neoliberales. Los limeños de clases acomodadas tienden que van a perder ante un gobierno de izquierda”, señala Meléndez, quien asegura que el próximo alcalde de Lima será de derecha.
Regiones
En el ámbito del centro (Junín, Huancavelica y Pasco), más bien, estaría ocurriendo un fenómeno nuevo: de estar en el centro ahora hay una fuerte tendencia a la izquierda, con una media de 5.2.
La explicación, según Meléndez, es el surgimiento del movimiento político radical Perú Libre, con el liderazgo marxista-leninista de Vladimir Cerrón.
En tanto, el ámbito del sur (Arequipa, Cusco y Puno), con una media de 5.3, se mantiene en una posición ideológica histórica de izquierda.
Lo contrario pasa en el norte (Piura, Tumbes, La Libertad y Cajamarca), con una media de 6, es el baluarte de la derecha y centro derecha, pero no extrema.
¿Clima de violencia?
Meléndez señala que la sociedad peruana -aún- no ha llegado a una división polarizada como ocurre en Argentina -peronistas vs antiperonistas- o en Estados Unidos -demócratas vs republicanos-, pero existe el riesgo que dicha polarización empiece a vincularse con divisiones estructurales -Lima vs regiones; los de arriba vs los de abajo- que comience a impactar en la vida cotidiana y familiar de las personas, generando un clima de violencia.
Así, si en la derecha extrema se han formado grupos violentos -entre ellos, La Resistencia-, el analista también advierte que el actuar de la izquierda extrema es a través de la radicalización de los sindicatos, magisterio y las protestas sociales.
“La polarización en Perú se nota más porque no está controlada por las organizaciones políticas, los líderes no son capaces de controlar, de decir que se debe respetar al rival y no agredirlo, pero ese discurso no está en las élites políticas. El Congreso es el reflejo de la polarización en el país”, señala Meléndez. La vacancia, además, podría ser otro factor que sume a la división y que podría verse reflejado en los resultados de las próximas elecciones.