
La decisión sobre el nuevo avión de combate de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), prevista para el 31 de julio, ha sido postergada. Entre los finalistas, está el Gripen E/F del fabricante sueco Saab, junto al F-16 (EE.UU.) y el Rafale (Francia).
Colombia anunció hace poco que incorporará ese mismo modelo a su flota de aviones Gripen E/F. La duda para el Perú podría generarse en un contexto de creciente tensión diplomática por el control de la Isla Chinería, en la región Loreto, que recientemente ha reclamado el presidente colombiano Gustavo Petro, pero que corresponde a suelo peruano conforme al tratado Salomón Lozano de 1922 y las comisiones demarcatorias posteriores.
El escenario plantea una interrogante: ¿puede el Perú compartir plataforma de combate con un país vecino con el que mantiene una disputa fronteriza latente?
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Proceso de compra
El proceso de adquisición de nuevas aeronaves busca renovar una flota con más de tres décadas de antigüedad: los Mirage 2000 y los MiG-29, ambos ya fuera de línea de producción.
La FAP ha solicitado 24 unidades (confirmado en el discurso de la presidenta Dina Boluarte que envió al Congreso el despacho presidencial) y se estima que el presupuesto asignado supera los US$ 3,500 millones.
Los tres finalistas son:
- Saab Gripen E/F (Suecia)
- Dassault Rafale (Francia)
- F-16 Block 70/72 (Estados Unidos)
Se trataría de una de las compras más importantes de las últimas décadas en materia de defensa, no solo por el monto, sino por el peso geopolítico que puede tener en el equilibrio regional.

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El Gripen, ¿en la cuerda floja por la tensión con Colombia?
Para el experto en defensa e inteligencia Andrés Gómez de la Torre, la coincidencia de modelos de combate entre países vecinos con disputas no debería ser un factor determinante. Y pone como ejemplo casos regionales mucho más complejos:
“En el actual escenario bilateral con Colombia, suponer que se debería desechar la opción del Gripen sueco por la razón de que no sería conveniente homologarnos en materia de aviación de combate con Bogotá, habría que señalar el caso de Argentina y Chile, que mantienen disputas mucho más complejas y profundas —límites marítimos, plataforma continental y reclamaciones antárticas—, y ello no ha sido obstáculo para que ambas fuerzas aéreas (FACh y FAA) se homologuen con el F-16 norteamericano”, señala.
Además, recuerda que la FAP y la FAC ya estuvieron homologadas antes, cuando ambas operaban el Mirage 5 francés desde inicios de los años 70.
“El tema clave en la elección peruana será cómo los tres postores finalistas se ajustan a la relación entre el presupuesto asignado (US$ 3,500 millones) y los 24 aviones solicitados por la FAP”, añade Gómez de la Torre.

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Antecedentes
En caso de ser elegido ese avión de combate, que es el mismo que tiene Colombia, no sería la primera vez que ambas fuerzas aéreas están homologadas técnicamente, es decir, que operan los mismos tipos de aeronaves.
Este tipo de interoperabilidad histórica ha sido vista, en distintos periodos, como un factor que favorece la cooperación regional y facilita el mantenimiento, entrenamiento y logística compartida. La declaración ha resaltado precisamente esa trayectoria común entre la FAP y la Fuerza Aérea Colombiana (FAC).
“En la década de los 50, estábamos ya homologados con los colombianos con la operación del Sabre F-86. Y luego también estuvimos homologados con los F-80 T-33 Tinta en los 60, 50 y 60. Y en los 70 y hasta 80 con los Mirage M5. O sea que tenemos un historial técnico operacional de homologación entre la FAP y la FAC. No sería nada nuevo tener los mismos aviones”, señaló Gómez de la Torre.
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¿Qué sigue ahora?
Con la decisión aún en pausa, el Ejecutivo y la FAP deberán evaluar si el contexto regional actual altera el curso previsto de la licitación.
La elección del Gripen (si así lo decide el gobierno) sigue siendo técnicamente sólida, pero ahora enfrenta un nuevo filtro: el impacto político y diplomático de compartir tecnología con un país en tensión.
El desenlace dirá si el Perú prioriza la eficiencia militar, el costo-beneficio y la transferencia tecnológica, o si, por el contrario, elige marcar distancia estratégica en un momento de fricción con Bogotá.
Dato adicional:
En una entrevista previa, el comandante general de la FAP, Carlos Enrique Chávez Cateriano, aseguró que a más tardar el 31 de julio se anunciaría el modelo ganador de la licitación de cazas. Sin embargo, el plazo venció sin comunicado oficial. Por ahora, la Fuerza Aérea solo ha informado la incorporación de un nuevo avión ambulancia Beechcraft 360C, el segundo de su tipo, para reforzar las capacidades de evacuación aeromédica en el país.

Escribo sobre política, economía y afines. Periodista con nueve años de experiencia en prensa escrita, radio y televisión.