La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) informó que la reunión con el presidente de la República, Pedro Castillo, y sus ministros de Estado se desarrolló en un “clima de cordialidad”.
En una nota de prensa, detalló que la cita conserva una “tradición de dialogo institucional” entre el Estado peruano y la Iglesia Católica, que se ha mantenido con todos los presidentes.
Recordó que el papa Francisco, “reafirmando su aprecio por el Perú”, otorgó a Castillo Terrones una cita en Roma que no se pudo realizar debido a la decisión del Congreso de no autorizar el viaje.
“En ese marco se ha dado la reunión de hoy, de carácter institucional, que se desarrolló en un clima de cordialidad teniendo como fondo la preocupación por el bien común de nuestro amado Perú”, subrayó.
En la cita participaron también monseñor Robert Prevost, segundo vicepresidente del Episcopado; monseñor Norberto Strotmann, secretario general; y el padre Guillermo Inca, secretario Adjunto.
Por parte del Gobierno, asistieron Aníbal Torres, presidente del Consejo de Ministros; César Landa, ministro de Relaciones Exteriores; Alejandro Salas, titular de Trabajo; Félix Chero, ministro de Justicia; Roberto Sánchez, titular de Comercio Exterior y Turismo; y Willy Huertas, ministro del Interior.
Como se recuerda, Pedro Castillo se reunió este jueves 10 de octubre con la directiva de la Conferencia Episcopal, encabezada por el monseñor Miguel Cabrejos, en el distrito de Jesús María.
“Agradezco al presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Miguel Cabrejos, por mantener un diálogo abierto y sincero, donde primaron los valores democráticos, que son los pilares para fortalecer la gobernabilidad y demostrar que, con unidad y respeto, podemos salir adelante”, escribió en Twitter el mandatario luego de la reunión.
Castillo Terrones acudió acompañado por su primer ministro y otros integrantes del Gabinete a la sede de esta institución ubicada en el distrito de Jesús María aproximadamente al mediodía.
Tras unas dos horas de reunión a puertas cerradas, las autoridades se retiraron detrás de un cerco policial que se armó por miembros de las escoltas, y en sus respectivos vehículos oficiales se retiraron sin brindar declaraciones.