Hoy se cumple una semana desde que el Congreso de la República aprobó por mayoría censurar a Carlos Gallardo como titular del Ministerio de Educación. Hasta el momento, el presidente Pedro Castillo no ha anunciado al sucesor a pesar de la cercanía de marzo del 2022, mes en que se prevé el regreso a clases escolares presenciales.
Gallardo Gómez fue censurado con 70 votos a favor, 38 en contra y 7 abstenciones tras ser vinculado en la filtración de la prueba docente, supuestamente a favor de personas vinculadas al gremio denominado Fenatep Perú, el cual fue fundado por el ahora presidente Pedro Castillo y que tiene entre sus miembros y dirigentes a exadherentes al Movadef, brazo político de la agrupación terrorista Sendero Luminoso.
Al día siguiente de la censura, la jefa del Gabinete Ministerial, Mirtha Vásquez, manifestó que aún el Ejecutivo no había elegido al sucesor de Gallardo.
“Lo que estamos trabajando con el presidente de la República es encontrar una opción para ministro o ministra de Educación que garantice en primer lugar el trabajo, la gestión de un sector tan importante como el sector educativo y también garantice el objetivo principal que tenemos a corto plazo, que es el retorno presencial a las clases de los niños y niñas”, expresó la primera ministra.
Sin embargo, el propio Carlos Gallardo participó el jueves 23 de diciembre en un acto simbólico de siembra de un árbol en las inmediaciones del Ministerio de Educación con representantes de la Coordinación de Universidades de Lima y Callao - Bloque Universitario.
El Reglamento del Congreso detalla que, luego de ser censurado, el Gobierno tiene un plazo de 72 horas para aceptar su renuncia.
Recién el viernes 24 de diciembre, fecha en la que se vencía este plazo, se publicó en el boletín de normas legales de El Peruano la resolución en la que Pedro Castillo aceptaba la renuncia de Carlos Gallardo al cargo de ministro de Educación.
A través de un comunicado, la Defensoría del Pueblo alertó que el continuo cambio de ministros de Educación, “algunos por incumplir las exigencias propias del cargo, han colocado en peligro la continuidad de las políticas públicas en la materia”.
Asimismo, la institución dirigida por Walter Gutiérrez destacó que el próximo titular “debe mostrar una trayectoria profesional coherente con el respeto de los derechos humanos de niños y adolescentes”.