(Bloomberg) Los mexicanos, al parecer, saben entender una indirecta. Sintiéndose no deseados en los Estados Unidos, cada vez más turistas optan por ir a otra parte.

Los aeropuertos de Miami, Orlando, San Antonio y Denver registraron menos viajeros procedentes de Ciudad de México y Guadalajara en los primeros dos meses de 2017, mientras que Montreal, Toronto y Vancouver registraron un aumento en el tráfico desde la capital mexicana.

No es difícil ver por qué los mexicanos pueden estar optando por modificar sus planes de viaje, con todos los golpes del presidente estadounidense Donald Trump en Twitter, sus planes de construir un muro entre las dos naciones y la incertidumbre acerca de las restricciones a los viajes.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, por su parte, anunció en junio pasado planes de eliminar un requisito de visa para los mexicanos que les permite ingresar al país sólo con el pasaporte.

"Es la incertidumbre más que nada", dijo Duncan Wood, director del Instituto México en el Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson en Washington. "Muchas personas han cancelado sus viajes a los Estados Unidos porque no entienden las nuevas reglas".

Impacto en las aerolíneasHa sido una mala noticia para las aerolíneas que se centran en las rutas entre Estados Unidos y México. Los dos operadores más grandes de México, Grupo Aeroméxico SAB y Controladora Vuela Cía. de Aviación SAB, que opera como Volaris, rebajaron recientemente sus estimaciones de crecimiento debido a una demanda más floja que la esperada.

El máximo responsable de Volaris, Enrique Beltranena, atribuyó al "fenómeno Trump" y su efecto en los viajes internacionales el principal motivo por el cual el operador redujo su pronóstico para el crecimiento de la capacidad en el segundo trimestre desde 23% hasta 18% --la primera revisión a la baja desde 2014 para la aerolínea de descuento en rápido crecimiento.

La administración Trump ha ordenado a los funcionarios de aduanas que intensifiquen el proceso de verificación de visas de los visitantes, incluidos los provenientes de México.

Y si bien los mexicanos no se ven directamente afectados por la prohibición de viajar propuesta para algunos países ni por las restricciones que pesan sobre los dispositivos electrónicos en vuelos procedentes de algunos aeropuertos, las medidas aumentan la confusión, dijo Wood.

Una disminución en el turismo de México podría perjudicar a las empresas estadounidenses que prestan servicio a los viajeros, incluidos hoteles y destinos como parques temáticos. Los visitantes mexicanos gastaron US$19.700 millones en los Estados Unidos en 2015, sólo superados por los viajeros chinos y canadienses, según el Departamento de Comercio de los Estados Unidos.

Los pasajeros con destino a los Estados Unidos desde Ciudad de México a San Antonio disminuyeron un 34% en enero y 37% en febrero, según datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México.

Mientras tanto, el tráfico desde Ciudad de México a Montreal, Toronto y Vancouver aumentó, con incrementos de hasta 67% en enero y 46% el mes siguiente, dependiendo del destino.

Aeroméxico, con una red de rutas más amplia que Volaris, puede compensar parcialmente la disminución con su flujo constante de viajes de negocios. Volaris, que depende en gran medida de los pasajeros mexicanos que viajan por placer y los clientes que visitan amigos y familiares en los Estados Unidos, comenzó a ver alguna mejora en marzo, escribió Duane Pfennigwerth, analista de Evercore ISI.