Manuel Ulloa Elías fue uno de esos líderes de un partido político tradicional que mantuvo coherencia entre el pensamiento y la acción política. Y en ese camino, asumió varios puestos como el de ministro de Hacienda y Comercio, en el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry (1963-1968); primer Ministro y ministro de Economía y Finanzas, en el segundo régimen de FBT (1980-1985), y tres veces senador de la República (entre 1983 y 1992). En el campo profesional, Ulloa fue un experto en el mundo de las finanzas nacionales e internacionales. Su papel político puede ser cuestionado, pero nunca ninguneado ni desestimado ya que sus dotes de conciliador y negociador en ese campo fueron reconocidos por tirios y troyanos.
Aunque no debería ser una cualidad extraordinaria, en la actual coyuntura política sí lo es afirmar que Manuel Ulloa fue un técnico de gran nivel y a la vez un político que creía sinceramente en el ejercicio democrático. Y era así porque sabía que solo el intercambio de ideas y la polémica argumentada y ponderada eran las únicas formas que deberían imperar en la tarea de gobernar un país.
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La prensa lo entrevistó varias veces, especialmente en los años 80, y en esas ocasiones se le escuchaba decir frases como esta: “Pueden existir discrepancias, pero no podemos permitirnos caer en beligerancias; si uno renuncia a la armonía, está renunciando a un valor esencial”, decía.
ULLOA: ANTECEDENTES PERSONALES Y PROFESIONALES
Hijo de Alberto Ulloa Sotomayor y Margarita Elías, nació en Lima y, de estar vivo hoy, sería un feliz hombre centenario. Manuel Ulloa Elías vio la luz el 12 de noviembre de 1922. Estudió primaria en el Colegio Champagnat de Miraflores, entre 1929 y 1933; y la secundaria en el Colegio de la Inmaculada, de 1934 a 1938.
Desde sus primeros años, y debido a las actividades de su padre, quien fue ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Óscar R. Benavides (1933-1939), viajó muchas veces al extranjero, especialmente a Europa. Por ese motivo, estaba con él en el Viejo Continente cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, en 1939. Ulloa Sotomayor había sido nombrado a una misión diplomática en Holanda (Países Bajos), pero cuando se dieron los hechos bélicos, decidió retornar al Perú con el pequeño Manuel.
En Lima, en 1940, a sus 18 años, ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y, como podía suponerse, teniendo a un padre abogado, siguió el mismo camino. Estudió en la Decana de América la carrera de Derecho, titulándose como abogado en 1947. No obstante, al mismo tiempo, laboraba en la Casa Grace en Lima (1940-1956).
Tras años de trabajo en Lima, fue trasladado primero a la sede de Buenos Aires, y ya después a la matriz de la Casa Grace, en Nueva York, entre 1957 y 1961. Ulloa fue también vicepresidente de la compañía Deltec Investment Development, una empresa financiera que operaba en América Latina. Y luego presidente de Deltec Banking Corporation, así como vicepresidente de la Frederick Hatch and Co., y además presidente de Yale Río Doce Trading Co.
Manuel Ulloa estuvo casado en cuatro ocasiones, la última vez contrajo nupcias en febrero de 1987, en Nueva York, con la princesa Isabel de Yugoslavia (en realidad, Serbia), de quien se divorció como hizo en las otras ocasiones.
ULLOA, AMANTE DEL ARTE E INTERESADO EN EL PERIODISMO
Una faceta poco conocida de Manuel Ulloa Elías fue su interés por el arte. Era un asiduo coleccionista de piezas escultóricas y pictóricas, y miembro del Consejo Internacional de Arte Moderno de Nueva York. Fundó una galería de arte latinoamericano en Madrid, y otras galerías en Lima. Y también fue nombrado presidente del Instituto de Arte Contemporáneo (1966-1980).
Era un hombre de ideas liberales y, como tal, el ejercicio periodístico y la libertad de expresión le interesaron siempre. Quizás por ello, en 1965, adquirió la empresa patrocinada por Manuel Mujica Gallo para editar los diarios ‘Expreso’ y ‘Extra’; y así organizó Editora Nacional S. A., de la cual fue presidente de directorio.
Pero la faceta de Manuel Ulloa como político fue la más pública, sin duda, puesto que llegó a ocupar cargos y realizar funciones en el Poder Ejecutivo, en tiempos en que el arquitecto y amigo suyo, Fernando Belaunde Terry llegó al poder en 1963 (hasta 1968) y en 1980 (hasta 1985). Ulloa se había inscrito en el partido de Acción Popular, de FBT en 1960.
En ese primer gobierno belaundista (1963-1968), Ulloa ocupó el cargo de ministro de Hacienda y Comercio, solo por 4 meses (entre junio y octubre del ‘68, antes del golpe militar). Fue un férreo defensor del orden tributario, para ello solicitó facultades extraordinarias al Congreso. Pero el escándalo que debió afrontar fue la denuncia de la pérdida de la ‘página 11′ del contrato con la International Petroleum Company (IPC) o ‘Acta de Talara’, que se refería a la venta de petróleo con dicha trasnacional.
Aquello dio pie a un escándalo público de proporciones, y fue el pretexto de los militares golpistas, encabezados por el general Juan Velasco Alvarado, para dar un golpe de Estado el 3 de octubre de 1968. Ello obligó a Manuel Ulloa a autoexiliarse en España, aunque con continuos pedidos del ‘velascato’ para extraditarlo.
Hasta que en 1977, con el Decreto Ley N° 21755, el nuevo gobierno militar -presidido por el general Francisco Morales Bermúdez- indultó de diferentes denuncias a 233 personas, entre ellas Ulloa. Recién, entonces, pudo regresar al Perú sin peligro.
Manuel Ulloa colaboró en la reorganización de Acción Popular (AP), con la mirada puesta más que en la Asamblea Constituyente de 1978, en la que AP finalmente no participó, en las elecciones presidenciales que se desarrollarían en mayo de 1980. Ulloa fue entonces elegido internamente como Subsecretario Nacional de Política de AP.
También fue clave su apoyo a Fernando Belaunde en la elaboración del Plan de Gobierno para ese proceso electoral de mayo del 80. En esos comicios, Ulloa fue elegido senador para el periodo 1980-1985. Asimismo, cumplió con el gobierno en otras funciones: primer ministro y, además, ministro de Economía y Finanzas, de julio de 1980 a diciembre de 1982.
Asimismo, el regreso de la democracia del 80 trajo consigo la devolución de los medios a sus legítimos propietarios. En ese sentido, Ulloa recobró el control de los diarios ‘Expreso’ y ‘Extra’. Sin embargo, por el lado político, tanto el propio desgaste del gobierno belaundista y otros cuestionamientos al régimen, lo obligaron a renunciar a sus cargos ministeriales, y a volver a su escaño en el Senado. En 1984, Ulloa fue elegido presidente de su cámara.
Manuel Ulloa, entonces conocido popularmente como ‘Cara de hacha’ -sobrenombre proveniente de la TV. cómica peruana-, pudo ser el candidato a la presidencia de Acción Popular en 1985, pero perdió las elecciones internas frente a Javier Alva Orlandini, el ‘Lechuzón’.
Pero lo que sí fue Ulloa es senador, nuevamente electo como cabeza de lista para el periodo 1985-1990. Durante el proceso electoral de 1990, fue nuevamente elegido senador por el Frente Democrático (Fredemo), esta vez para el periodo 1990-1995. Sin embargo, como sabemos, el gobierno de Alberto Fujimori decidió disolver el Parlamento peruano la noche del 5 de abril de 1992.
Solo meses después, Manuel Ulloa Elías falleció en Madrid, España, el 9 de agosto de ese año. Días antes había sido internado en la Clínica Ruber International de Madrid, ya en grave estado. Su hermano, Alberto Ulloa Elías, informó entonces a la prensa que el estado de salud de su hermano Manuel “era sumamente delicada debido a problemas respiratorios, así como por esclerosis lateral”.
Eso ocurrió hace 30 años, hoy recordamos el centenario de su natalicio. Una vida de 70 años llena de polémicas, aunque con más luces que sombras, y firmemente lúcida y consecuente con las ideas para un país en democracia, como siempre quiso Manuel Ulloa que fueran las cosas en el Perú.