Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil, fue condenado en primera instancia a 15 años y cuatro meses de prisión por delitos de corrupción, de lavado y evasión fraudulenta de impuestos.
No obstante, Eduardo Cunha iría a prisión definitiva si una segunda isntancia, el Tribunal Federal, desestima su pedido de hábeas corpus. Esto confirmaría la condena de hoy jueves del juez federal Sérgio Moro. Fuentes cercanas a Cunha señalan que esto obligaría al exdiputado a una delación premiada (colaboración eficaz).
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El exdiputado por el PMDB, ahora preso en Curitiba, había sido apresado preventivamente en Brasilia el 19 de octubre por orden de Sérgio Moro.
Este condenó al impulsor del impeachment de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, dentro de un proceso penal por coimas en la compra hecha por Petrobras del 50% de derechos de exploración de yacimientos petrolíferos en Benin, África. Esto tuvo un valor de US$ 34 millones.
Moro consideró "definitiva" la pena de 15 años y cuatro meses para Eduardo Cunha por los tres delitos señalados. "En cuanto a las multas, deben ser convertidas en valor y sumadas", sentenció Moro, según el portal Estadao de Brasil.
El juez también dijo que, de acuerdo al artículo 33 del Código Penal, "el sistema de progresión de la pena de la corrupción es, en principio, sujeta a la devolución efectiva de los productos del delito, en caso de haber recibido ventajas".
Según la sentencia, Eduardo Cunha habría recibido cerca de US$ 1.5 millones. Este valor fue usado como base para definir la indemnización de Petrobras.
"La corrupción con pago de soborno por US$ 1.5 millones que tuvo por consecuencia la pérdida aún más alta de fondos públicos merece la condena especial. La culpa es alta. El condenado recibió ventaja indebida en el ejercicio del mandato de diputado federal en 2011", señaló Moro, juez del caso Lava Jato.
La pérdida estimada de Petrobras, por esta compra, es alrededor de US$ 77.5 millones.