
José Miguel Castro, colaborador eficaz del caso Villarán, fue hallado sin vida en su domicilio ubicado en el distrito de Miraflores el pasado domingo 29 de junio. Sin embargo, cámaras captaron sus últimas horas con vida, reveló el dominical Panorama.
Según el programa, a las 3 de la mañana de ese mismo día, domingo 29 de junio, José Miguel Castro es captado en video saliendo de su casa, usando un buzo claro, zapatillas negras y una casaca azul.
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Se observa que manipula manualmente la reja de su vivienda para sacar su camioneta, ya que la entrada no tiene puerta automática. Según la versión de su familia, a esa hora salió a recoger a su hijo de 21 años de una reunión cercana.
Las imágenes muestran que después de que Castro sale, patrulleros pasan por la calle. A las 3 y 6 de la mañana llega una mujer con casaca plateada, la cual se presume que es su esposa, seguida por dos personas más a las 3 y 9 de la mañana, exactamente un hombre y una mujer.
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A las 3 y 37 de la mañana, las imágenes muestran a un vehículo que se estaciona frente a la vivienda por minuto y medio sin razón aparente y luego se retira. A las 3 y 39 de la mañana, Castro regresa con su hijo, quien baja a abrir la reja manualmente.
El auto de Castro entra a las 3 y 40 de la mañana al domicilio. Un minuto después, él intenta cerrar la reja, aparentemente porque su hijo no pudo hacerlo. Estas serían las últimas imágenes captadas de José Miguel Castro con vida.
Según el reportaje, a las 10 de la mañana, sería encontrado muerto en su baño. Asimismo, se menciona que el tajo se muestra tan profundo que ningún experto consultado por el dominical ha podido confirmar que una persona pueda infringírselo.
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Como recordemos, entre 2011 y 2014, José Miguel Castro ejerció como gerente municipal. A él y otras personas se les venía investigando por el caso de presuntos aportes ilegales que las constructoras Odebrecht y OAS habrían realizado a las campañas de la exalcaldesa Susana Villarán.
Según lo revelado, Castro también había declarado contra figuras como Gerardo Sepúlveda, en el caso PPK, y funcionarios brasileños de OAS y Odebrecht, donde dio detalles sobre pagos irregulares y sobornos presuntamente relacionados en los peajes de Línea Amarilla.
