El exrepresentante de Odebrecht (hoy Novonor) en el Perú, Jorge Barata, es interrogado en este momento, en calidad de testigo, en el juicio oral seguido contra el exviceministro del Ministerio de Transportes (MTC), Jorge Cuba Hidalgo, y otras personas investigadas por el caso “Línea 1-Metro de Lima”.
La participación del empresario brasileño en la audiencia se logró gracias a la cooperación internacional con Brasil.
Barata se conectó desde su país de forma virtual y es acompañado por su abogado, Carlos Kauffman. En representación del Ministerio Público participa el fiscal del Equipo Especial Lava Jato, José Domingo Pérez.
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Sus primeros inicios en el Perú y el trabajo que realizó en la constructora
Barata empezó el interrogatorio recordando que tiene firmado un acuerdo de colaboración eficaz con las autoridades peruanas, así como brindó información sobre su labor en la empresa y dio detalles sobre sus primeros inicios en el Perú.
Según dijo, llegó al país en el año 1997 y desde el 2001 comenzó a trabajar como superintendente de la constructora brasileña en Perú. El empresario agregó que dejó el cargo de superintendente de la empresa en el año 2012 y, cuatro años después, regresó a Brasil. Cabe recordar que Ricardo Boleira lo reemplazó en el cargo.
Desde que empezó a operar en el Perú hasta la fecha, añadió, Odebrecht ha realizado 76 proyectos en el país. Solo en su gestión como superintendente, dijo que se efectuaron contratos importantes, entre ellos, la Línea 1 del Metro de Lima.
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“Llegamos a tener, al mismo tiempo, 17 contratos dispersos a lo largo del país”, remarcó Barata.
Respecto a cuál era su labor en la empresa, el empresario explicó que era “identificar las oportunidades de proyectos/negocios, así como identificar a las personas responsables de ejecución de esos proyectos para gestionar la parte financiera, legal, y hacer la interlocución con la matriz, en Brasil”.
Barata agregó que pese a que era superintendente de la empresa en Perú, dependía del CEO de la constructora, Marcelo Odebrecht, y del presidente de Odebrecht para América Latina y Angola, Luiz Mameri.
Los aportes que entregó Odebrecht a las campañas políticas
En otro extremo del interrogatorio, Barata contó que Odebrecht se interesaban en proyectos realizados en el país dependiendo de su importancia y trascendencia. Según dijo, se tomaba en cuenta el interés que mostraba el Gobierno de turno por impulsarlos.
Añadió que, en un primer momento, la empresa empezaba “comprando las bases y preparando sus ofertas” para obtener dicha licitación. Un ejemplo de ello fue en el caso de la Línea 1-Metro de Lima.
“Por ejemplo, si hablamos del Tren Eléctrico, era un proyecto iniciado por Alan García en su gobierno y había sido interrumpido (...) sabíamos que era un proyecto que iba a salir de todas formas. Identificamos el Tren Eléctrico como un proyecto que iba a ser priorizado por el Gobierno”, remarcó.
Pérez le consultó por los actos ilícitos que habría cometido la empresa, a lo que el empresario respondió que algunos funcionarios solicitaban que se pagara por algunos beneficios.
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“Por ejemplo, para que pudiera tener alguna facilidad en el proceso de licitación”, anotó.
Al ser consultado nuevamente en qué consistía esos “actos ilícitos” en concreto, Barata explicó que estaba haciendo referencia al pago que hicieron a funcionarios del Estado para, de alguna forma, nos apoyen en el proceso de licitación.
El empresario añadió que los “pagamientos” o “contrapartidas” de dinero se efectuaron través de transferencias de la empresa. Respecto a los pagos en efectivo, explicó que la empresa utilizó a un ‘doleiro’ que nos daba esos recursos y se lo entregábamos al funcionario.
“Lo traían (el dinero) en sobres, lo traían en dólares y nos lo entregaban en nuestra oficina”, aseveró tras precisar que los ‘doleiros’ utilizaron este mecanismo para no dejar evidencia porque los funcionarios que recibieron los pagos también hacían “servicios” para la constructora.
Pérez le pidió que explicara a qué se refería con esos “servicios”, a lo que Barata dijo que esas gestiones se traducían en ventajas para Odebrecht en sus procesos de licitación, como por ejemplo, información privilegiada o plazos con los que ellos ganaban ventajas frente a posibles competidores en las licitaciones.
“A veces (los que recibían el dinero) eran políticos que no querían ser identificados como receptores de esos recursos, porque estaban en campañas políticas”, apuntó.
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Al ser consultado si es que financiaron campañas políticas en el Perú, el empresario confirmó que la empresa aportó a diversas campañas de presidentes, congresistas y alcaldes.
“Nosotros hemos aportado a las campañas de Ollanta Humala, Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski, Alan García y a la no revocatoria de Susana Villarán, esas son las que me acuerdo”, remarcó.
Los montos entregados a los políticos van desde los US$ 100 mil a US$ 3 millones. “Me acuerdo del monto del señor (Ollanta) Humala (US$ 3 millones), de la señora Keiko Fujimori (US$ 1 millón) y de la señora (Susana) Villarán (US$ 3 millones)”, acotó.
Respecto a la finalidad del financiamiento de las campañas políticas, Barata reconoció que “todos los empresarios financian las campañas de los partidos”. De esta manera, según dijo, las agrupaciones pueden sobrevivir.
“La finalidad era apoyar a los partidos para que realicen sus campañas y expresen sus ideas, era un apoyo. Como consecuencia de eso, también se abría puertas para tener una relación con el partido y con los políticos”, afirmó.
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¿Cómo fue su relación con el expresidente Alan García?
Barata informó en el interrogatorio que la relación que tuvo con el fallecido expresidente Alan García era “bastante fluida y muy próxima” debido a que el líder aprista ya conocía a la empresa desde su primer Gobierno (1985-1990).
“García Pérez tenia un reconocimiento por la capacidad de la empresa en buscar y financiar obras. Entonces, teníamos una relación fluida, como he tenido con otros presidentes del Perú”, dijo tras precisar que al exmandatario lo conoció en el año 2001, cuando regresó al Perú tras su exilio.
“Hemos aportado a la campaña del señor (Alan) García en dos ocasiones. La primera campaña han sido US$ 200 mil”, remarcó. Si bien dijo que no recordaba más detalles, sostuvo que en una de las campaña a la que aportaron el líder aprista resultó ganador de la contienda, mientras que en la otra perdió.
Respecto a la Línea 1 del Tren Eléctrico, el empresario contó que el líder aprista le consultó qué se necesitaba para tener éxito en dicho proyecto, tras visitar las obras en diversas oportunidades.
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Recordó que a García “le gustaba llegar de sorpresa a la obra para verificar cómo avanzaba”. “Se veía que era un proyecto que lo tenía muy preocupado, con bastante atención”, añadió.
Finalmente, el empresario reconoció al exsecretario de la Presidencia durante el segundo gobierno aprista, Luis Nava, y al exministro Luis Alva Castro como parte del entorno cercano del exmandatario.
Si bien recalcó que Nava no recibió “pagamientos” relacionados al Metro de Lima, reveló que este sí recibió montos de dinero por otros casos o motivos.
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