El general en retiro de la Policía Nacional del Perú (PNP), Jorge Angulo, ratificó esta mañana que escuchó una conversación telefónica entre el expresidente Pedro Castillo y el excomandante general de la institución, Raúl Alfaro. En dicha comunicación el primero le habría ordenado al segundo cerrar el Congreso y detener a la entonces fiscal de la Nación, Patricia Benavides.
Angulo, quien participó como testigo en el marco del juicio oral por el fallido golpe de Estado de diciembre del 2022, indicó que Alfaro, quien en ese momento se encontraba con licencia médica debido a que estaba contagiado con covid-19, se dirigió a Castillo como “señor presidente” y le consultó el motivo detrás de su disposición.
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Ante ello, dijo que tomó conocimiento que la postura del Comando Conjunto de las FF.AA. y de la PNP respecto al mensaje que había brindado el exmandatario era de “respeto a la Constitución”.
Unas horas después, Angulo añadió que se realizaron varias llamadas y coordinaciones para concretar la detención del exmandatario antes de que busque asilo en la embajada de México.
“(El general Vicente) Álvarez dispuso para que llamemos al general jefe de seguridad del Estado y él disponga la intervención de la seguridad y del presidente de la República”, sostuvo.
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Castillo buscó ingreso de manifestantes a Plaza de Armas
En otro momento, Angulo ratificó que recibió una llamada del exjefe de la Región Policial Lima, Manuel Lozada, la mañana del 7 de diciembre del 2022.
Según dijo, Lozada le indicó que el entonces ministro del Interior, Willy Huerta, había dispuesto retirar la reja de seguridad que bloqueaba a los manifestantes instalados en inmediaciones de la Plaza de Armas por órdenes del propio exmandatario.
No obstante, puntualizó que desacató esta orden, debido a que ya existía un plan de operaciones de seguridad fijado, por lo que para acatar dicha disposición se debía comunicar con su comandante general.
Por su parte, Castillo rechazó nuevamente el juicio oral en su contra por el presunto delito de rebelión, al calificarlo como una “farsa judicial”. Tras ello, optó por guardar silencio durante toda la audiencia.
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