La Habana (Reuters).- El Gobierno colombiano y la guerrilla izquierdista de las FARC reanudaron el martes un diálogo de paz en La Habana, con la mirada puesta en la necesidad de un acuerdo sobre el espinoso tema agrario que permita avanzar en el anhelo de poner fin a cinco décadas de un sangriento conflicto armado.

Antes de sentarse nuevamente en la mesa, después de un receso de cuatro días, el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, insistió en que el destino de su país depende de una solución a la distribución y uso de la tierra, el primero de los cinco temas en discusión.

El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) iniciaron hace un mes la , con la que ambas partes han asegurado estar comprometidas para buscar una salida a la confrontación interna que ha cobrado miles de vidas.

"Nada más trascendental para nosotros que la opinión del pueblo, de sus organizaciones sociales, en torno al problema nodal del conflicto, el de la tierra y el territorio, porque de su solución depende el destino de Colombia", dijo Márquez.

"Que los productos de la tierra sean para mitigar el hambre y nos den soberanía alimentaria", agregó al leer un texto antes de comenzar la última ronda del 2012.

Según una fuente colombiana, ambos equipos dialogarán hasta el viernes para volver a entrar en un receso por las festividades de Navidad y Año Nuevo.

La delegación del Gobierno colombiano, encabezada por el ex vicepresidente Humberto de la Calle, solamente se mostró a la prensa al llegar a la sede de las negociaciones en el Palacio de Convenciones, pero no emitió declaraciones.

La actual negociación constituye el cuarto intento oficial por acabar con una guerra que ha dejado centenares de miles de muertos, millones de refugiados e incalculables pérdidas económicas a la nación productora petrolera y cafetera.

Además del tema agrario, el diálogo bajo el principio de "nada está acordado hasta que todo este acordado" incluye garantías para el ejercicio de la oposición política, fin del conflicto, solución del narcotráfico e indemnización a las víctimas de la confrontación.

"Sepan que estamos por la defensa de las Unidades Agrícolas Familiares, y porque la pequeña y mediana propiedad rural se fortalezca en beneficio de la economía soberana", dijo Márquez al saludar el desarrollo en Bogotá de un foro para discutir abiertamente una política integral de desarrollo agrario.

La última negociación de paz con las FARC, con unos 8.000 rebeldes alistados en sus filas, tuvo lugar entre 1999 y el 2002 durante el Gobierno del ex presidente conservador Andrés Pastrana y fracasó debido a que la guerrilla intensificó sus ataques y secuestros.