El Congreso aprobó, por insistencia, el proyecto de ley que modifica la Ley de Nacionalidad y facilita a ex peruanos recuperar su nacionalidad peruana.
El proyecto modifica los requisitos que la ley exige, eliminando dos.
Hoy en día, la ley le exige al interesado en recuperar su nacionalidad peruana lo siguiente:
1. Que establezca un domicilio en el Perú por un año de manera ininterrumpida,
2. Que ejerza regularmente una profesión, arte, oficio o actividad empresarial, o acredite la próxima realización de estas actividades,
3. Que declare expresamente su voluntad de recuperar la nacionalidad peruana y,
4. Tener buena conducta y solvencia moral.
El proyecto aprobado por el Congreso elimina los requisitos 1 y 2, por lo que un ex peruano que quiera recuperar su nacionalidad solo deberá expresar su voluntad de hacerlo y tener buena conducta y solvencia moral.
Luis Valdez Farías, presidente de la Comisión de Constitución y Reglamento, señaló que los requisitos eliminados eran “barreras injustificadas” y que el proyecto responde un pedido reiterado de personas que vivieron sus primeros años en el país.
Observación
Sin embargo, pese a que el proyecto parecería ser positivo y de carácter altruista, anteriormente fue observado por el Poder Ejecutivo, quien señaló que dichos requisitos tenían una razón de ser, para verificar que el solicitante, originariamente peruano, “evidencie muestras materiales y acciones de reconciliación con el Estado Peruano”.
De acuerdo con el Ejecutivo, requerir que el solicitante cuente con una profesión “no solo permite su subsistencia en el país, sino que implica una conexión jurídica adicional con el Estado”, lo cual ayuda para vincular a la persona con el país.
Como señala el Ejecutivo, los dos requisitos que el Congreso mantiene “no son suficientes para establecer y confirmar la voluntad expresa y auténtica y el ánimo de vincularse nuevamente con el Estado Peruano”.
El peligro de la norma, indican, es que “la supresión de los dos requisitos mencionados podría generar un escenario de excesivas renuncias de nacionalidad, en virtud a la prerrogativa de poder recuperarla posteriormente fácilmente, bastando prácticamente solo la solicitud”.
Esto llevaría a que “vínculos jurídicos, políticos y sociales que atañen a la nacionalidad serian determinados libremente por interés del ciudadano particular”.